El pasado mes de febrero, la OCU inició una campaña destinada a identificar los establecimientos que incumplían sistemáticamente las obligaciones de la garantía y los productos en los que se producía un mayor número de problemas: en menos de un mes, más de 300 consumidores se han quejado a la OCU porque no se ha respetado la garantía de bienes de consumo.
La OCU afirma que, a pesar del tiempo transcurrido desde la aprobación y puesta en marcha de la ley de garantías, los vendedores siguen haciendo una interpretación de la misma contraria a los intereses de los consumidores. En general, se ponen obstáculos a la sustitución del bien durante el periodo de garantía y no se atienden las demandas de los clientes respecto de una reparación totalmente gratuita.
La OCU ha dado traslado de los datos al Instituto Nacional de Consumo, exigiendo un mayor número de campañas de inspección en las comunidades autónomas. También se ha dirigido a las autoridades europeas, puesto que de aprobarse en los términos en los que está actualmente redactada, la Propuesta de Directiva sobre los derechos de los consumidores supondrá un severo retroceso para la protección de los consumidores españoles en esta materia.