La bodega riojana imprime su carácter y personalidad en la creación del Blanco y del Rosado, dos vinos que satisfacen los gustos más actuales del consumidor y que combinan con las recetas frescas y ligeras propias de la primavera.
Sin abandonar los costosos métodos artesanales y sus requerimientos de calidad, la Familia Muga ha sabido introducir, en el proceso de elaboración de cada uno de sus vinos, las innovaciones necesarias sin perder su personalidad.
Muga Blanco 2009: Tras aproximadamente 8 horas de maceración en prensa, este vino blanco fermenta en barricas nuevas de roble francés. Finalizada la fermentación permanece con sus lías durante 3 meses antes de ser embotellado. Cata: Aromas que nos hablan de su ligera crianza en roble, que envuelven de vainillas; un blanco muy vivo, impoluto, que a copa parada se llena de cítricos, peras, fruta blanca, de sus corazones. De esa frescura que persiste en la boca, de esos cítricos que viven, de esa pasión que transmiten todos sus elementos. Un blanco mágico, muy frutal.
Muga Rosado 2009: Tras 12 horas de maceración, el vino fermenta durante 20/25 días en depósitos de madera pequeños de unos 2.000 litros a 18ºC. Después de dos meses de estancia en depósitos de madera se estabiliza por frío, se filtra y se embotella. Cata: A primera vista, un color salmón subido y en sus aromas destacan los recuerdos a manzanas. En la boca, evidencias de una garnacha complementada por la viura hasta componer entre ambas un bello mosaico frutal. Se trata de un vino muy serio, un rosado impactante.