Coyuntura El índice de confianza bajó en España 16 puntos en seis meses 10 junio 2008Los peores presagios apuntados hace seis meses parecen cumplirse, y si en noviembre del 2007 uno de cada tres internautas de todo el mundo esperaba que este año se produjese una recesión económica, actualmente el 56% de los encuestados considera que ya la estamos sufriendo, según el estudio semestral Nielsen Global Online Consumer Confidence.
España es uno de los países donde existe mayor conciencia de crisis, hasta el punto de que el 80% de los españoles encuestados piensa que vive actualmente una recesión económica, frente al 61% de media europea, y el 56% de media mundial. El 21% de los internautas españoles cree que la crisis seguirá durante los próximos doce meses, mientras un 30% cree que no, si bien el 49% señala no saber. Claro que en noviembre del 2007 el 41% de los encuestados pensaba que habría crisis este año, frente al 22% que opinaba lo contrario.
En el conjunto del estudio mundial, el Índice global de confianza ha caído seis puntos en los últimos seis meses, desde el 94 al 88, según el estudio semestral Nielsen Global Consumer Confidence Index. España es uno de los países donde más desciende, nada menos que 16 puntos, y baja de un índice de 100 a 84 puntos, situándose por primera vez por debajo de la media mundial. Con todo, es algo superior a los 83 puntos de media europea, los mismos que en Estados Unidos, donde ha caído 17 puntos; los 79 del Reino Unido, con un descenso de 15 puntos; los 78 de Alemania, que mantiene el mismo índice del semestre anterior; o los 76 de Italia, que sufre un descenso de 4 puntos.
La percepción de crisis en los consumidores mundiales es clara y generalizada, pues 39 de los 51 países analizados sufren caídas, en muchos casos realmente significativas. Las mayores caídas corresponden a Nueva Zelanda, además de la mencionada de Estados Unidos y de Letonia, con 17 puntos menos; seguida de los 16 de España y los 15 del Reino Unido. En la parte más optimista destaca la subida de 14 puntos de Taiwán, que pasa a tener un Índice de 83 puntos; los 5 puntos de Holanda, que alcanza un Índice de 110; y los 3 puntos que crece en Rumania, Polonia y la República Checa.
Los países con mayor índice de confianza son Noruega con 129; India, con 122, Indonesia y Dinamarca, con 120; Emiratos Árabes Unidos, 111; y Holanda, 110. En el extremo opuesto, Japón tiene un índice de 49 puntos, 10 menos que hace seis meses; Corea del Sur, de 50, cayendo 4 puntos; y Portugal, con 51, cinco puntos menos que en el semestre anterior.
El imparable incremento del precio del petróleo o la caída de las ventas de viviendas y automóviles son signos claros de la percepción de crisis generalizada por los consumidores de todo el mundo.
Aunque ya en el segundo semestre del 2007 los internautas españoles manifestaban esta tendencia, en estos últimos meses España ha pasado a ser de los países con mayor descenso en la confianza de los consumidores. La caída de 16 puntos en el índice de confianza coloca a España cuatro puntos por debajo de la media europea.
La percepción de crisis se refleja en todos los aspectos: sólo el 47% de los españoles considera que sus perspectivas laborales para el próximo año son buenas o muy buenas, cuando hace seis meses opinaban lo mismo el 71%. Y el 50% piensa que su futuro laboral para el próximo año es malo o muy malo, frente al 29% de noviembre del 2007.
También un 50% cree que el próximo año sus finanzas personales serán malas o muy malas, 13 puntos más que hace seis meses; frente a un 48% que las prevé buenas o muy buenas.
Esta visión negativa se refleja lógicamente en que sólo el 22% cree que estamos en un buen momento para comprar cosas que desea y necesita; mientras el 77% cree que no es el momento adecuado. De hecho, cuando se les pregunta a los internautas españoles lo que se plantean comprar una vez cubiertas las necesidades fundamentales, el 12% dice que no le queda nada de dinero, cinco puntos más que hace seis meses. Y sólo crecen la intención de ahorrar, que cita un 45%; cuatro puntos más que en noviembre del 2007; de invertir en fondos de pensiones, hasta el 9%; y, curiosamente, de irse de vacaciones, que citan un 42% y parece algo a lo que los españoles no quieren renunciar pese a la crisis.
En cambio, baja 12 puntos la intención de compra de ropa; seis puntos la de productos tecnológicos y la de ocio fuera de casa; cinco puntos la de pagar deudas y préstamos, del 34 al 29%; y dos puntos la de productos y decoración para el hogar, del 27 al 25%. Frente a la media europea, destaca la intención de compra de los españoles de vacaciones y de ahorrar.
España aparece como el país más preocupado por la economía, citado en primer o segundo lugar por el 34% de los encuestados, frente al 28% de media europea. El segundo mayor problema para los españoles es el posible desempleo, citado por el 28% de los encuestados, frente al 19% de media europea.
Más allá de la posible crisis, el estudio señala que el problema que más preocupa a los españoles es la salud, pues es citado en primer o segundo lugar por el 24% de los participantes en el estudio. Otros problemas citados por los encuestados son la educación de los hijos, citada por un 19%; las deudas, un 18%; y el terrorismo, que señalan el 10%, el porcentaje más alto de Europa y uno de los más altos del mundo, sólo superado por el 19% de Israel y el 11% de Turquía. También se indican como problemas que preocupan en España el calentamiento global, un 8%; la delincuencia, también un 8%; la inmigración, un 5%; mientras sólo un 2% cita la estabilidad política.
Personalmente, el problema por el que se sienten más afectados los internautas españoles en la actual situación de crisis es el desempleo, mencionado por el 65% de los encuestados; seguido de la inflación, un 43%; el aumento de los tipos de interés, un 32%; posibles conflictos civiles, un 14%; la caída de precios inmobiliarios, el 11%; la inestabilidad política, un 10%, y las huelgas, un 7%. No hay grandes cambios respecto a la anterior oleada del estudio de hace seis meses, salvo el aumento de siete puntos en la preocupación por el desempleo.