Andalucía produce el 78,7% del espárrago español, con una facturación cercana a los 167,6 millones de euros y cultiva cerca de 44.000 toneladas de esta hortaliza, de las que se exportan más de 6.000 toneladas.
La segunda zona de referencia es Navarra, con casi el 10% de la producción nacional de espárrago, siendo todo de la variedad blanco, y con menos de un 7% se sitúa Extremadura en la tercera posición, destacando también el espárrago blanco.
Según ha apuntado la Asociación de Empresas Productoras y Exportadores de Frutas y Hortalizas de Andalucía (Asociafruit), se han reducido a la mitad las exportaciones de espárragos a los principales mercados europeos, entre los que destaca Alemania, y el sector necesita buscar nuevas opciones para afrontar la competencia de la hortaliza en conserva, y resultar competitivos frente a nuevos mercados como el de Perú, China o México.
«Existe una apuesta fuerte por la agricultura de proximidad, por llevar el producto fresco a las grandes marcas, una especialidad en la que los productores europeos somos más competitivos por la calidad de nuestros espárragos», apostilló Thierry Jean, presidente de Asociafruit, asociación organizadora del congreso.
En los últimos años existe un abandono progresivo de este cultivo, reduciéndose la superficie dedicada en más de un 40%, dándose principalmente en Andalucía un proceso de sustitución del espárrago blanco al verde. Este declive está siendo motivado por la creciente dificultad en colocar el producto nacional en el mercado europeo, viéndose afectado por las políticas agresivas en precio de los exportadores chinos y peruanos.
“La diferenciación en la percepción del consumidor del espárrago de España, basada en la calidad superior del producto se contempla como la única vía para cambiar esta tendencia negativa”, apunta Thierry.
Estas son algunas de las conclusiones del Congreso Europeo del Espárrago Euro Asper 2012, celebrado del 21 al 23 de marzo en Granada.