Conocer los puntos calientes de la tienda permite a los comercios distribuir mejor sus productos para atraer a los clientes. El 70% de las decisiones de compra se toman a menos de tres metros del producto.
Los productos de consumo diario suelen ser los más demandados. éstos se colocan al final de la tienda para “obligar” a los clientes a cruzar el comercio y ver otros productos.
En Navidad, uno de los principales puntos “calientes” es la zona de perfumería. Dentro de éstas, los perfumes masculinos representan una zona “fría”.
De este modo, las herramientas actuales permiten conocer cuáles son las zonas más visitadas de la tienda,los recorridos que realizan los clientes, los lugares a los que se dirigen, incluyendo las rutas y el tiempo de permanencia por áreas. Permiten monitorizar rutas en zonas específicas y medir la fidelidad de los clientes (tiempos de permanencia y parada) por producto así como medir la interacción de los clientes con escaparates, displays y promociones en tienda.
Estos sistemas utilizan incluso tecnología avanzada con sistemas de reconocimiento facial para determinar el perfil de los clientes: sexo, edad, etc. Estas capacidades permiten establecer tendencias de comportamiento por tipo de cliente. De esta forma, podemos relacionar determinados productos con un perfil de comprador, en función de su sexo o edad. El software analiza millones de puntos de datos, identificando tendencias y proporcionando a los minoristas un análisis que les permite identificar por ejemplo, el mejor sitio para colocar determinados productos, promociones o displays y conocer la composición demográfica y el comportamiento de los consumidores.
Las claves para mejorar el rendimiento de los comercios incluye:
– Mantener un conteo de los clientes que entran y salen del comercio permite a las tiendas analizar el volumen de ventas en relación a las visitas y tomar las medidas adecuadas para mejorar sus resultados.
– Analizar horas de mayor afluencia y así prever el personal necesario para evitar las colas y las aglomeraciones, y atender a todos los clientes satisfactoriamente.
– Analizar las zonas de mayor tránsito para instalar en ese lugar los productos más demandados o aquellos a los que el comerciante desee dar mayor salida.
– El 70% de las decisiones de compra se llevan a cabo en la tienda, a menos de tres metros del producto. Por ello, es vital prestar atención a los detalles en la forma en que se exponen los productos: escaparates, displays, promociones, etc. y emplear herramientas para analizar la efectividad de estas acciones, midiendo la interacción de los clientes con los productos.
– Utilizar software de análisis y gestión que permita realizar un seguimiento de las operaciones realizadas en las cajas y localizar transacciones problemáticas (anulaciones, reembolsos, pagos con tarjeta, descuentos…).
– Apoyarse en soluciones tecnológicas que permitan mayor exactitud en el inventario.
– Mejorar la capacidad de análisis de la enorme cantidad de datos que genera el comercio a través de soluciones de Business Intelligence, para poder tomar las medidas necesarias que faciliten una experiencia de compra más agradable, transformen el interés en venta y ayuden al comerciante a tomar decisiones inteligentes.