A pesar de que la actividad del grupo La Seda de Barcelona ha estado marcada por un entorno de desabastecimiento y fuerte subida de precios de la materia prima, ha experimentado un incremento de las ventas del 28%.
El EBITDA recurrente ha alcanzado los 16,3 millones de euros, lo que supone un incremento del 48% gracias al aumento de la actividad productiva y a la mejora de los márgenes de explotación en un entorno de contención de los costes fijos.
El balance muestra una estructura financiera sólida con un adecuado equilibrio financiero entre el patrimonio y las fuentes ajenas de financiación, siendo el patrimonio consolidado el 25% de las fuentes financiación del grupo, según explica la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Además, crece el capital circulante en 31 millones de euros debido al crecimiento de las cuentas de clientes asociadas a la mayor facturación, así como a la reducción de las cuentas a pagar al iniciarse el periodo de pago pactado en la reestructuración financiera.