El whisky de malta Glenfiddich lanza Snow Phoenix, una edición limitada de un licor único nacido de la casualidad y la adversidad del temporal que vivió la región de Dufftown durante el mes de enero de 2010.
La historia que envuelve este whisky es tan peculiar e increíble que es difícil pensar que sea realidad ya que se creó bajo la fría y blanca capa de nieve que envolvió las barricas que albergaban el preciado whisky de malta el pasado invierno.
La nieve acumulada en el tejado de la destilería provocó que éste se derrumbara y que la nieve cayera sobre los barriles donde el whisky Glenfiddich reposaba serenamente. El equipo de la destilería retiró las toneladas de nieve que habían caído sobre los barriles con el miedo de que el whisky de malta almacenado en las barricas se viera afectado por los – 19º C que en ese momento se registraban en los termómetros escoceses.
Para inmortalizar la estampa, el fotógrafo de la destilería tomó fotografías de la escena. Al contemplar las instantáneas se dieron cuenta de la belleza de la imagen pero sobre todo se quedaron prendados de la luz del lugar. La nieve iluminaba el interior de los almacenes cubriendo las barricas y creando un espectacular efecto de luz a través de los tejados: un halo misterioso muy parecido a un Ave Fénix renaciendo de los escombros del derrumbe. En este momento surgió la idea de crear Glenfiddich Snow Phoenix.
Brian Kinsman, maestro mezclador de Glenfiddich, vio enseguida las grandes cualidades que poseía este whisky. Mientras el resto del equipo de Glenfiddich apuraba cada minuto para recoger los escombros, Brian miraba detenidamente los barriles expuestos a las gélidas temperaturas. “Pensé en el whisky que contenían las barricas, alguno de ellos envejecidos durante años, y la posibilidad de crear con ellos una edición limitada de un magnífico Glenfiddich sin añada. Esta edición limitada sería la mejor manera de celebrar el espíritu pionero que caracteriza a Glenfiddich”, afirma Brian Kinsman.
El resultado es un whisky de malta único de color oro con toques de cobre. En nariz predomina la vainilla con apuntes de manzana y pera y con un fondo de olor a flor fresca. En boca también se aprecian el dulce sabor a manzana tostada, miel, chocolate y un ligero toque azúcar quemado y café.