La industria cárnica representada por la Confederación de Organizaciones empresariales del Sector Cárnico de España (Confecarne) valora positivamente el posible levantamiento de las restricciones para usar harinas cárnicas en alimentación animal, uno de los principales cambios que que pueden introducirse en las medidas de lucha contra las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EETs).
La Comisión Europea ha elaborado la segunda Hoja de Ruta sobre las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, en el que apunta las medidas de lucha contra las EETs, y especialmente contra la Encefalopatía Espongiforme Bobina (EEB), a la vista del gran avance que ha tenido lugar y de las nuevas evidencias científicas.
La Hoja de Ruta identifica seis áreas en las cuales pueden introducirse cambios en un futuro próximo, destacando el levantamiento de la prohibición de las harinas cárnicas en especies no rumiantes (porcino, aves y peces), evitando el canibalismo, la reducción en número de los MER (Materiales Específicos de Riesgo) y la elevación gradual de la edad de los animales sometidos al test obligatorio de la EEB.
Cuando se van a cumplir 10 años desde la prohibición de uso de las Proteínas Animales Transformadas (PAT) para alimentación animal, son muchos los estamentos desde los que se está pidiendo una revisión exhaustiva de la citada normativa, que se estableció en base al principio de precaución junto al resto de medidas sanitarias en respuesta a la crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB).
La industria cárnica, uno de los principales sectores económicos afectados por esta prohibición, se suma a la petición mayoritaria de que se levanten las citadas restricciones, aunque sea de manera parcial y progresiva, combinando los más altos niveles de seguridad para los consumidores con los legítimos intereses sectoriales de toda la cadena de producción de carnes.