España se sitúa, así, como el quinto mercado europeo de productos de belleza, con un consumo per cápita de 150 euros al año, por encima de la media europea que asciende a 137 euros por persona y año.
En concreto, el consumo de productos de perfumería y cosmética en España creció en 2018 por cuarto año consecutivo, con un incremento del 2% en el último ejercicio hasta alcanzar los 6.954 millones de euros.
También las exportaciones de perfumes, cosméticos y aceites esenciales han vuelto a aumentar alcanzando los 4.680 millones de euros. De éstas, 4.260 millones de euros corresponden a perfumes y cosméticos, cuyas ventas en el exterior se han incrementado en un 10%.
España se ha consolidado así como el segundo exportador mundial de perfumes, solo por detrás de Francia y por delante de Alemania y Estados Unidos. Las exportaciones de esta categoría de producto, que representa el 39% sobre el total, han alcanzado 1.820 millones de euros.
Por otra parte, España también fortalece su posición como exportador de esencias y aromas. En concreto, las ventas en el exterior de aceites esenciales han crecido un 8,4% en 2018 hasta los 420 millones de euros. Entre este tipo de exportaciones destacan los de aromas cítricos como el pomelo, el limón o la naranja.
Los productos de las categorías de higiene personal y cuidado de la piel son los más consumidos por los españoles. El 52% del consumo se concentra en este tipo de productos, según los datos de Stanpa, lo que demuestra que los hábitos de vida saludables están muy arraigados en nuestra cultura.
La importancia del cuidado personal queda patente en el amplio consumo de productos de higiene como geles, champús o higiene dental (24%) y la protección de la piel (28%) en sentido amplio: desde la hidratación, al cuidado anti-edad, pasando por la protección solar. En este sentido, el consumo de productos para el cuidado del rostro se ha incrementado un 4% en el pasado ejercicio. En total, durante 2018, se vendieron 97 millones de unidades de estos productos.
Por su parte, la evolución del clima en 2018, con una llegada tardía del verano, incidió en la campaña de solares. El consumo se mantuvo en línea con el ejercicio anterior, destacando su crecimiento en el canal de farmacia (+2,3%), lo que refleja la sensibilidad de los consumidores hacia las recomendaciones y consejos sobre su uso, que son fundamentales para reducir el envejecimiento cutáneo y aumentar la protección frente a la radiación solar.
Aumenta el consumo de perfumes
El consumo de perfumes representa un 20% del total de la industria de la belleza y ha crecido un 4,6% durante 2018. Destaca en particular la creciente importancia del perfume para los hombres, cuyo consumo se incrementó un 5% en 2018. Este fenómeno se ha repetido en los tres últimos años.
Por otro lado, la importancia de la imagen en una sociedad hiperconectada se vuelve a reflejar en el crecimiento experimentado por la cosmética de color (+5%), alcanzado una cuota de mercado del 10%. En concreto, el maquillaje de ojos creció un 7%, el maquillaje facial un 5,5% y los labiales un 4,7%.
Esta tendencia de la revitalización del maquillaje está en línea con el comportamiento del consumidor a nivel global. Según datos de la consultora Mintel, la cosmética de color crece a un ritmo del 6% en el mercado internacional.
Respecto a dónde se compran estos productos, los datos de Stanpa recogen que en 2018 crecieron todos los canales de distribución, destacando aquellos que incluyen consejo profesional: estética profesional (3,5%), selectividad (3,3%) y farmacia (1,8%). En conjunto, los canales profesionales y de prescripción, suponen el 50% del mercado.
Como curiosidad, durante 2018, los establecimientos de estética profesional y el canal selectivo han crecido por encima de la media como canales preferidos por los consumidores españoles, al mismo tiempo que se han incrementado los tratamientos de belleza de mujeres en centros especializados.