La mayoría de los europeos, un 70%, comen productos de pesca y acuicultura en el hogar al menos una vez al mes, y un 41% lo hace al menos una vez por semana, tal y como revela una encuesta especial del Eurobarómetro sobre las elecciones de los consumidores europeos con respecto a los productos de la pesca y la acuicultura.
Esta encuesta confirma la mayoría de los resultados de la anterior edición, realizada en junio de 2016, lo que sugiere que los hábitos, opiniones y actitudes de los eurpeos con respecto a los productos de la pesca y la acuicultura son bastante estables. En muchas preguntas, no ha habido cambios significativos desde la encuesta anterior, y la mayoría de los cambios a nivel de país son pequeños en magnitud, informa la Comisión Europea, que señala que, “como era de esperar, los encuestados en países de la UE con grandes litorales o extensiones de agua que los rodean tienen más probabilidades que aquellos que viven en países sin litoral a comer productos de la pesca o la acuicultura de forma frecuente”.
En cuanto a los canales de compra, en la mayoría de los países de la UE, la tienda de comestibles o el supermercado es donde la mayoría adquiere estos productos, seguidos del mercado o la tienda especializada.
Teniendo en cuenta los diferentes tipos de productos, la mayoría de los encuestados que compran productos de la pesca y la acuicultura tienen más probabilidades de comprar productos congelados, frescos y enlatados que comprar productos ahumados, salados, secos o en salmuera de forma regular. La mayoría de los encuestados, sin embargo, dicen que no compran productos empanados y comidas preparadas con la misma frecuencia.
Asimismo, los productos que han sido procesados, como fileteados (50%) o limpiados (40%) son más populares que los productos enteros, que son preferidos por poco más de un cuarto (27%) de los encuestados.
Probar nuevos productos de la pesca y la acuicultura es atractivo para los encuestados. Si bien, en general, no parece importarles dónde prueban los nuevos productos, el 65% afirma que lo hace en casa en comparación con los eventos promocionales o en restaurantes (ambos 59%). También es más probable que tomen sugerencias de productos de la familia y amigos, en lugar de referencias en la televisión, sitios web, libros o revistas.
Respecto al precio, la encuesta señala que parece ser un factor importante que disuade a los encuestados de comer o comprar más productos de la pesca y la acuicultura. De manera similar, los encuestados tendrían más probabilidades de comer más este tipo de productos si tuvieran una mejor opción y los puntos de venta fueran más diversos.
Un producto saludable
Casi la mitad (49%) de quienes no comen los productos de la pesca aseguran que es porque no les gusta el sabor, el olor o la apariencia de estos productos. Y si bien los precios altos son un factor importante que impide el aumento del consumo, no desaniman a los encuestados a comprarlos. Además, el 74% afirma que los compran porque son saludables o porque saben bien (59%), mientras que otras consideraciones, como la facilidad de preparación o digestión, tienen influencias significativamente menos importantes en las decisiones de compra.
Al comprar estos productos, su aspecto (59%) y su coste (52%) son los factores más importantes, mientras que una minoría significativa considera el origen (41%) como un aspecto importante al comprar estos productos. Estos tres criterios son los más importantes en la mayoría de los países, independientemente del orden de su importancia.
Por otro lado, existe un patrón similar en el caso de las preferencias con respecto a los productos de agua dulce o de mar. Quienes expresan una preferencia son mucho más propensos a optar por los productos del mar (42%) que los productos de agua dulce (8%), pero un tercio (33%) aún no tiene preferencia. La mayoría de los encuestados prefieren los productos de pesca y acuicultura de su propio país o región, aunque a casi una cuarta parte (24%) no les importa de dónde provienen los productos.
Por último, la encuesta señala que las políticas de la UE ayudan a desarrollar su confianza en este tipo de alimentos a través de información confiable y útil para los consumidores. El estudio confirma el alto nivel de confianza (83%) que tienen los consumidores en la información que reciben como resultado de las regulaciones de la UE. No menos del 75% de los consumidores encuentran la información del producto clara y fácil de entender. Si bien más de un tercio de los consumidores europeos de pescado prefieren productos silvestres (35%), casi un tercio (32%) no hace distinción.
A este respecto, el comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, señala que “los consumidores europeos nos dicen que quieren tener pescado en su menú. Es nuestra responsabilidad, como creadores de políticas, garantizar que nuestros ciudadanos puedan disfrutar de estos productos sabrosos a largo plazo. Esto significa garantizar la sostenibilidad de nuestras pesquerías y hemos progresado mucho al respecto en los últimos años”.