¿Es posible medir las emociones que nos produce un producto mientras lo consumimos? Consumolab, centro de estudios de comportamiento y preferencias del consumidor de AINIA está desarrollando, con el apoyo del IVACE, una innovadora línea de investigación en la que se combinan diferentes metodologías de estudio del comportamiento del consumidor y tecnologías avanzadas de análisis sensorial.
Basadas en técnicas más rápidas, flexibles y eficaces, estos nuevos métodos aportan información de valor a las empresas para el desarrollo de productos que se ajusten a las necesidades reales del mercado.
Entre ellas, destaca la metodología CATA (Check All That Apply) en la que los consumidores realizan una cata de diferentes productos y responden a un cuestionario en el que seleccionan de un listado de términos, aquellos que más se ajusten a las sensaciones y emociones que les produce el alimento. Este método permite obtener información sobre los atributos sensoriales más relevantes para el consumidor.
Por su parte, la Tecnología de medición de la expresión facial es un software de reconocimiento facial registra las microexpresiones del rostro de los consumidores mientras prueban cada producto alimenticio y analiza, mediante algoritmos especiales, la respuesta emocional del consumidor para obtener una valoración más espontánea sobre el alimento que está probando.
Además, las nuevas metodologías suponen para las empresas un ahorro importante en costes y tiempo en el diseño de productos, ya que al trabajar con técnicas más cercanas a las preferencias y demandas reales del consumidor, se reducen los tiempos en el lanzamiento de nuevos productos.
Para Mª José Sánchez, directora técnica de Consumolab, “los resultados que se obtienen de la aplicación de esta metodología y tecnología avanzada suponen un valor diferencial para las empresas de la industria alimentaria. Hoy más que nunca estamos interesados en explorar la componente emocional del consumidor frente a la racional. No es por casualidad que la mayoría de las campañas de marketing busquen tocar la fibra sensible del consumidor, busquen emocionarle. Las emociones son los key drivers en las decisiones de compra de los consumidores y comprender cómo los consumidores procesan sus sentimientos proporciona información de gran utilidad para orientar el desarrollo del producto e identificar las claves más exitosas”.
Según la directora técnica de Consumolab, “el desarrollo de nuevas metodologías descriptivas rápidas en la ciencia sensorial ha involucrado más a los consumidores en todo el proceso de desarrollo de producto. Incorporar la medida de las emociones ayuda a interpretar y entender mejor las percepciones del consumidor acerca de los productos y las marcas”.