En el sector alimentario la logística cobra una especial importancia, ya que el consumidor espera para recibir un ordenador o una prenda de ropa, pero no un producto fresco. En este sentido, la logística española se enfrenta a varios retos, tal y como señalan diversos expertos reunidos por Seur para analizar esta situación.
Así, el primero de los retos para la logística es ganarse al usuario. Para Rafael García-Plata, presidente de Alcandora, hay un pequeño problema, "hay negocios que tiran los precios, dan un servicio demasiado rápido, no son rentables y acaban yéndose, pero cuando se van dejan un mercado dañado y un usuario mal acostumbrado". En su opinión, "el futuro pasará por gestionar la 'ansiedad' del usuario, que quiere su producto y lo quiere ya".
"Siempre se ha dicho que la logística tiene que ser invisible", asegura Enric Ezquerra, de Sánchez Romero, "pero ahora en 'e-commerce' parece que la logística tiene que ser mágica y llegar a todas partes enseguida, y no somos magos. Lo malo es que a veces los usuarios piden un imposible y tenemos que hacerles ver la realidad".
Para Julián Ribalda, de Lavinia, "hay 'marketing' programático que puede ayudar: que te llegue una llamada automática que te dice que tu pedido ha salido ya, que sepas que tu paquete es el quinto en orden de entrega, que tengas acceso al GPS del repartidor para saber por dónde va, etcétera".
En cualquier caso, "hay que diferenciar entre compra planificada (vino para un mes) y compra de conveniencia (dos botellas para la cena de esta noche)", señala Ribalda. Además, "muchas veces no es una cuestión de urgencia, sino de planificación. No se trata de que la compra me llegue en dos horas, sino de que me llegue mañana a tal hora que he elegido. Es más disponiblidad que urgencia", asegura Ezquerra.
Para Javier Ollero, de Cocam, el verdadero reto reside en otro factor: "vender productos frescos tiene unos condicionantes sanitarios muy importantes, como la temperatura, las condiciones de almacenamiento, etc. No se trata de meter un producto en un camión y se acabó, como pasa con otros productos, también hay que mantener la cadena de frío". Por eso, para Marc Bayo, "la temperatura es la que marca la diferencia a la hora de vender este tipo de productos. Quien gane la batalla del frío podrá liderar el sector".
Ollero no duda en poner el dedo sobre la posible llaga. "Si tenemos en cuenta la rapidez del envío, la temperatura… Aquí nadie gana dinero con los productos frescos. Está claro que hay que dar este servicio porque el usuario lo pide, pero ahora mismo no es rentable para nadie".
Ezquerra amplía el argumento y señala que "ni es rentable ni es escalable. En España esto solo podrá ser rentable en Madrid y Barcelona, porque se dan las condiciones de densidad, pero en ningún sitio más. Además, pensemos que el ecommerce de alimentación es del 2% en España y los frescos solo son el 25% de ese 2%. ¿Por cuánto podríamos multiplicar esto? ¿Por dos? ¿Por tres? No más".
David Campoy, sin embargo, contradice esta teoría. "Las cosas están cambiando, y ahora hay muchos elementos tecnológicos que hacen rentables estos envíos. En Ulabox, el 'software' logístico nos ayuda a bajar los costes y somos rentables. Ya estamos ganando dinero con cada envío". En su opinión, "para una empresa grande, igual esto no es rentable, pero para los pequeños sí lo está siendo. Y en 10 o 15 años, seguramente ya sea rentable para todos".
Emilio Tovar cree que "la urgencia de un pedido no puede estar por encima de los derechos de los trabajadores". "Si queremos competir en un mercado justo, nuestros repartidores también tienen que tener condiciones laborales justas", aclara.
Javier Ollero explica que un pequeño autónomo puede repartir un libro o alimentos perecederos, "pero el pescado y la carne fresca no pueden ir en una bici. Necesitamos que estos envíos se hagan de forma totalmente segura".
Huella ambiental
Por otro lado, con el auge del ecommerce y de los repartos urgentes por conveniencia, hay un elemento que se coloca en el centro de la diana: la huella ambiental producida por los vehículos que transportan los envíos. "Tenemos que hacer una gestión medioambiental mucho más eficiente", asegura Rafael García-Plata. "Para empezar, hay que conseguir que los transportes dejen la mínima huella ambiental posible", si no, "estaremos aumentando las emisiones y eso no es sostenible", señala Marc Bayo.
Para Emilio Tovar, "esta sostenibilidad también se puede tener en cuenta desde dentro de la propia empresa. Si una compañía hace envíos a diario, no es lo mismo tener sus almacenes en el centro de la ciudad, donde estarán más cerca de los usuarios, que a las afueras. Eso también acaba influyendo". Pero la cosa no se acaba aquí. Como recuerda García-Plata, "también tenemos un problema de merma, de los alimentos que se acaban desperdiciando. Tenemos que ser mucho más eficientes con esto".
Al final, todos los retos que los expertos han ido desgranando acaban desembocando en el mismo: la experiencia de usuario. Porque el ecommerce de alimentación solo podrá ir creciendo si los usuarios rompen la barrera física y acaban confiando en los productos alimentarios que compran, en quienes se los venden y en quienes se los llevan a casa.
"Los usuarios piensan que las mejores calidades siempre van a estar en los mercados tradicionales", asegura David Campoy, "así que ese es el reto que tenemos todos: conseguir los mejores productos, enviarlos de manera rápida y eficiente y hacer que el cliente esté satisfecho".
Para ello, "la tecnología nos permite ser disruptivos e innovadores y reintermediar en el proceso. Todos tenemos el reto de que los frescos lleguen jóvenes al usuario y con una temperatura controlada. Quien sea capaz de gestionar los productos frescos podrá asumir estos retos", asevera García-Plata.
Todo ello, en definitiva, para que el usuario se sienta satisfecho, según David Campoy. "La experiencia de compra acaba dependiendo siempre de la logística. Si la logística ha sido buena, la experiencia también lo será. Tenemos que ser muy exigentes. Cuando el usuario confía en nosotros, repite, rompe la barrera física y el mercado crece".