El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso ha presentado una proposición no de ley que será debatida hoy en el Pleno en defensa del comercio minorista y tradicional. En concreto, señala que estos comercios están en “desventaja” ante la “competencia fiscal desleal” que realizan multinacionales del comercio digital como Amazon o Alibaba, por lo que solicita que se establezca un mayor control sobre la fiscalidad de estas compañías.
Así, con el fin de proteger los intereses del comercio minorista español, el Grupo Popular insta al Gobierno a apoyar campañas divulgativas que destaquen las ventajas del comercio minorista tradicional, así como impulsar la colaboración público-privada para apoyar el desarrollo del comercio minorista y fomentar su transformación digital.
También reclama seguir impulsando, en los correspondientes foros internacionales tanto de la UE como de la OCDE, medidas “contra la elusión fiscal de las grandes multinacionales, para acabar con la competencia fiscal desleal que sufren los comercios minoristas respecto a estas grandes multinacionales del comercio electrónico”.
En la propuesta, el Grupo Popular señala que las compras a través del móvil, tableta o, cada vez menos, del ordenador, influyen en la menor afluencia de público a las tiendas tradicionales, y amenazan con captar una buena parte de las ventas del comercio tradicional, “el que da personalidad a nuestras ciudades y evita que las calles comerciales se conviertan en espacios vacíos y desolados”.
A este respecto, recuerda “la importancia del comercio minorista para la economía española”, si bien advierte que “las tendencias vistas en Estados Unidos comienzan a reflejarse en nuestro país en varios indicadores”, como son el descenso en el número de locales y empresas dedicadas al comercio minorista y el crecimiento de las compras electrónicas.
Contribución “limitada” a las arcas públicas
Asimismo, señala que además de la reducida creación de empleo de plataformas como Amazón o Alibaba, su contribución a las arcas públicas vía impuestos “también es muy limitada, ya que se caracterizan por el uso de una ingeniería fiscal que les permite establecer sus domicilios fiscales en países de menor tributación dentro de la Unión Europea, beneficiándose de una cierta competencia desleal”.
“La falta de armonización fiscal es aprovechada por las grandes empresas multinacionales con filiales en diferentes países, que explotan las diferencias de tributación entre los estados y la compleja red de acuerdos fiscales bilaterales existente (unos 3.000 acuerdos incluyendo no sólo los acuerdos entre estados, sino también acuerdos particulares entre empresas y estados), para trasladar de forma artificial, pero dentro de la legalidad, beneficios a aquellos territorios con una fiscalidad más ventajosa”, explica el Grupo Popular.
“La fijación de precios de transferencia difícilmente comparables con los de mercado, pagos por activos intangibles, pagos por derechos de propiedad industrial y otras lagunas fiscales en la legislación internacional son prácticas comunes para trasladar el beneficio desde países con tipos impositivos altos hacia países con tratamiento fiscal más favorable”, añade en su texto el grupo político.
Frente a esto, destaca, “el comercio tradicional debe jugar sus cartas: calidad, especialización y proximidad al cliente”. Así, debe implementar su propia transformación digital y diseñar una estrategia competitiva, manteniendo sus señas de identidad y con una clara propuesta de valor que incluya productos únicos y servicio al cliente.