La aparición de las cápsulas de café ha duplicado en el último decenio el gasto en café dentro de los presupuestos alimenticios de las familias españolas, según revela el tercer informe del Observatorio Bonpreu y Esclat del Consumo Alimentario.
Así, en los últimos diez años, las familias han pasado de consumir en café 601 millones de euros a consumir 1.213 millones, con un crecimiento superior al 100%, dato que contrasta con el incremento de tan sólo el 9,1 % que se observa para el conjunto de productos alimenticios en el mismo periodo. De igual modo, el coste del consumo de café representaba, en 2006, sólo un 0,86% del total del gasto alimentario de los hogares españoles, mientras que en 2016 ya significaba un 1,60% del total.
Según este estudio, el crecimiento del consumo de café en formato cápsulas, más allá de los cambios de hábitos en el consumo producidos los últimos años, tiene también mucho que ver con el crecimiento de los hogares unipersonales y de menor dimensión, proporcionalmente más propensas al consumo de productos en formato de monodosis.
“El espectacular incremento relativo del gasto total en café -que todavía sería superior si se tuviera en cuenta la dedicada a la compra de las cafeteras específicas para la preparación del café en capsulas- es ciertamente sorprendente y representativa de la popularización y generalización social del consumo de un producto que, en un principio, se consideraba más propio de un público gourmet”, señala el Observatorio Bonpreu y Esclat del Consumo Alimentario.
Además, la facilidad de uso y la calidad del café, rodeados de un buen marketing, han sido factores clave en el éxito de las cápsulas en los hogares españoles. Así, dentro del gasto de café que hacen los hogares, cerca de la mitad, un 45,5%, corresponde ya a consumo en cápsulas. Con datos de 2016, el consumo de café en cápsulas representó un gasto total en España de 552 millones de euros, frente a los 661 millones del gasto en café en formatos tradicionales.
“Desde una perspectiva de costes, se puede señalar que unos 250 gramos de café molido, tienen un precio de venta al público de aproximadamente tres euros y esto haría posible preparar unos 45 cafés considerando un consumo por unidad de 5,5 gramos (el habitual contenido en una cápsula)”, señala el estudio.
En consecuencia, las familias, que en los inicios de la comercialización de las cápsulas optaron por esta nueva modalidad, pasaron de asumir un coste medio por taza de 0,07 euros a un coste de 0,35 céntimos que aproximadamente costaba una cápsula. No obstante, esta diferencia se ha ido recortando notablemente por el aumento de la oferta de café con cápsulas, con la aparición de nuevas marcas con precios de venta más reducidos.
En cuanto a diferencias por comunidades autónomas, el informe destaca que existe una gran diferencia en Cataluña en cuanto al consumo de café que hacen las unidades familiares (incluyendo productos tradicionales y cápsulas).
En concreto, con datos de 2016, las familias catalanas destinan un 33% más de presupuesto a la compra de café que la media española, con un gasto por hogar de 87,5 euros / año, frente a los 65,8 euros / año que gastan de media los hogares españoles.
La comparativa toma especial relevancia cuando se diferencia entre el consumo tradicional o en cápsulas. El consumo tradicional por hogar es prácticamente idéntico en Cataluña (35,8 euros/año) que en España (35,9 euros/año). Las diferencias se concentrarían en el consumo de café en cápsulas, que en Cataluña llegó en 2016 a representar 51,6 euros por hogar, en contraste con los 29,9 euros de media en los hogares españoles.