La Confederación Española de Comercio (CEC) ha rechazado frontalmente cualquier subida de impuestos, sobre todo del IVA, del IRPF o de los hidrocarburos, ya que de producirse tendría un efecto destructivo en el sector industrial y comercial, provocando un aumento de los cierres de establecimientos, del paro y de la economía sumergida.
Según el secretario general de la CEC, Miguel ángel Fraile, un incremento de los impuestos agravaría, todavía más, la reducción del consumo y, consecuentemente, la reactivación de la economía. “Si se llevara a cabo el aumento de los impuestos y no se prestara atención a las necesidades del comercio nos veríamos en la necesidad de llevar a cabo alguna acción empresarial contundente”, ha manifestado Fraile.
Ante la difícil situación económica que vive el sector, la CEC reclama, una vez más, la reducción fiscal del sistema de tributación por módulos. “Llevamos dos años sufriendo la recesión y llevamos pagando la fiscalidad desde 2007, cuando nos encontrábamos en una época de bonanza económica”, ha afirmado Fraile. Además, la CEC sigue exigiendo que el crédito llegue a las empresas porque muchos comerciantes se están viendo gravemente afectados por la coyuntura actual.
La CEC propone urgentemente una reforma laboral que atienda a las microempresas para poder mantener el empleo en el comercio ya que en lo que llevamos de año el crecimiento del paro ha alcanzado el 4% y el cierre de empresas se ha situado en el 1,7%. En este sentido, la patronal del pequeño y mediano comercio español, que representa a 3.000.000 de trabajadores, propone la simplificación y el abaratamiento del despido, a la vez que plantea incentivar a las empresas que mantienen a sus trabajadores. “Creemos que es preferible que se ofrezcan bonificaciones en plantilla a tener que soportar el desempleo”, ha señalado Fraile.