La compañía de distribución mayorista Makro cambia de sede. Abandona sus hasta ahora oficinas centrales, situadas en el Polígono Industrial Las Mercedes, para asentarse junto al único Makro en el centro de una ciudad, en el céntrico Paseo Imperial madrileño.
El centro albergará a los 300 trabajadores de las oficinas centrales, encargadas de dar servicio a los 37 centros de la compañía.
“Estas nuevas oficinas se adaptan a la cultura de Makro, pues no hay ni espacios cerrados, ni despachos”, ha asegurado José María Cervera, director general de Makro. Y es que, el estilo moderno y los grandes espacios abiertos responden a la filosofía de la compañía de apertura, cercanía al cliente, innovación y unas constantes ganas de mejorar.
Las instalaciones de todo el edificio responden a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. La fachada destaca por su revestimiento de zinc, en concreto son unas lamas y paneles que permiten controlar el aporte lumínico y energético. También se han instalado recuperadores energéticos en los elevadores, equipos de climatización eficientes y ventilación mecánica con recuperadores de calor. La iluminación artificial se ha resuelto con detectores de presencia y fotocélulas que se gradúan según la luz natural que entra del exterior, y los puntos de consumo de agua disponen de sistemas de ahorro. También se han instalado paneles fotovoltaicos para la producción de ACS (agua caliente sanitaria) y calefacción.