Novedades: bebidas Abadía Retuerta presentó en Barcelona sus Pagos Abril 2008La bodega vallisoletana Abadía Retuerta presentó el pasado lunes en Barcelona sus cuatro magníficos vinos de Pago; Pago Negralada 2004, Pago Garduña 2005, Pago Valdebellón 2005 y Petit Verdot 2005.
La cita tuvo lugar en el Restaurante El Principal del Tragaluz, de la Ciudad Condal, con la presencia de Ángel Anocíbar, director técnico de Abadía Retuerta, quien, con sus cualidades para entrar en profundos detalles técnicos, pero con un lenguaje sencillo, supo desvelarnos los más importantes ?secretos? que se esconden detrás de los grandes vinos internacionales. Dejando claro, además, que las diferencias entre ellos son las que les confieren la personalidad necesaria para poderlos calificar como extraordinarios.
Tras las explicaciones teóricas se guió una cata comentada de ocho excelentes vinos de la mayor talla internacional, entre los que se encontraban: Quinta Do Vale Meao 2005, Haut-Brion 2004, Ornellaia 2004 y JL Chave Hermitage 2004. Junto a estos vinos se presentaron los pagos de Abadía Retuerta: Negralada 2004, Valdebellón 2005, PV 2005 y Garduña 2005. La cata fue comentada por Joaquín Gálvez, elaborador de vinos y profesor de vinos internacionales, quien recreó a la selecta audiencia haciendo catar los vinos en varias tandas, profundizando cada vez más en los pequeños detalles de sus diferentes estilos, aunque los vinos se mostraron igualmente placenteros por su tremenda expresividad y armonía, factores sólo alcanzables en contados pagos.
Estos 120 clientes de la Bodega, sumilleres y personal de la distribuidora Negociants, que dirige Quim Vila, expresaron su agradecimiento y se sintieron enormemente privilegiados de asistir a un acto de semejantes características. El comentario más escuchado, tras la presentación, fue el de: ¡Vaya tándem!, refiriéndose a la suma de las explicaciones teóricas y prácticas, mientras remataban la jornada al ser agasajados por el aperitivo ofrecido por Carlos Calvo, de Hostal Sardón, quien se desplazó con parte de su equipo hasta Barcelona para preparar sus afamados pinchos de lechazo a las brasas de sarmientos, al más puro estilo vallisoletano.