La secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, ha explicado en el Senado que los presupuestos de su departamento para 2013 “se orientan a impulsar la innovación y modernización del sector agroalimentario, mejorando la competitividad de producciones e industrias”.
Durante su comparecencia ante la comisión de Presupuestos del Senado, García Tejerina ha explicado que la partida destinada a la competitividad y calidad de la producción y los mercados agrarios tendrá como objetivo “el fortalecimiento de la estructura productiva de las explotaciones, la mejora de la competitividad de las empresas agrícolas y ganaderas, el incremento de la capacidad de innovación del sector y la conservación del patrimonio genético animal y vegetal”.
En este capítulo, García Tejerina ha señalado que “se ha dado una nueva orientación a dos líneas como son la de fomento de la selección y difusión de la mejora ganadera, de nueva creación, cuyo fin es ayudar a las Asociaciones de Criadores de Razas Puras, sin ánimo de lucro, reconocidas oficialmente por el Ministerio”.
Por otra parte, la línea para planes de ordenación y competitividad, se reestructura y pasa a denominarse “Fomento de la investigación, desarrollo e innovación de los sectores ganaderos”, teniendo como finalidad favorecer un entorno de innovación para aquellos sectores que encuentren dificultades para acceder a los programas generales de financiación de I+D+i.
En cuanto al programa sobre competitividad y calidad de la Sanidad Agraria, la Secretaria General ha destacado “el incremento del presupuesto, en un 48 por ciento”, para inversiones destinadas a priorizar y reforzar líneas de actuación como la puesta al día del registro de productos fitosanitarios, el apoyo al comercio exterior y el control de frontera agrícola y ganadera, los programas estatales de erradicación de enfermedades animales y la prevención de plagas y enfermedades vegetales.
Dentro de la competitividad y la calidad de la industria agroalimentaria, García Tejerina ha resaltado el desarrollo del Plan de Cooperativismo agrario, así como la realización de estudios sobre consumo, “retomando los centrados en el extradoméstico, que fueron abandonados en 2011”, y la potenciación de los destinados a la cadena de valor, dentro de la línea destinada al fomento de la industrialización y comercialización.