La Mesa Nacional del Ajo abordó el análisis de la situación y perspectivas del mercado caracterizado en la actualidad por claros síntomas de parálisis, no habiendo apenas operaciones y las que se realizan, a precios muy bajos.
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, que preside el “popular” Mariano Franco, fue escenario ayer de una reunión de la Asociación Mesa Nacional del Ajo, en la que han participado una treintena de personas representando a las diferentes empresas y asociaciones regionales que forman parte de ella.
El alcalde anunció la inminente aprobación por unanimidad del Pleno del Ayuntamiento de una moción a favor del sector español del ajo y de queja por el reconocimiento por parte de la UE de la IGP china Ajo Jinxiang Da Suan, aprovechando también la ocasión para felicitar a la Mesa por la puesta en marcha de la marca de calidad Ajo Español, que por parte de algunos operadores ya está siendo usada en la comercialización de ajo.
La parálisis también se hace patente en los precios que registra la red de mercados mayoristas, donde los precios medios actuales muestran en comparación al mismo período del año anterior una variación de -21,84%. Los consumidores también han podido observar una ligera rebaja de los precios que pagan por el ajo (5,34 euros/kg de 2011 frente a 4,89 euros/kg de 2012).
En materia de exportaciones los datos acumulados del primer semestre de 2012 constatan un acusado descenso en volumen y precio de los envíos al exterior por parte de España, tanto a los principales destinos habituales de la UE como al de resto de países extracomunitarios, con la única salvedad de Brasil. En volumen en el primer semestre, bajan los envíos a Francia, Italia, Reino Unido, Polonia y Rumanía, entre otros.
En lo que respecta a las importaciones ocurre algo similar, con descenso de los volúmenes y precios. Los tres principales orígenes abastecedores de ajo de España de fuera de la UE, que son por este orden, China, Argentina y Chile también reducen, siendo sintomática la cifra del país asiático que no cubre ni un tercio de su volumen total.
A pesar de esta desfavorable, difícil y complicada coyuntura, se señala que empiezan a percibirse síntomas de ligera reactivación, una vez que mucho ajo viejo y otro de nueva cosechas en poder de agricultores individuales sin capacidad de almacenamiento, ha sido absorbido por el mercado, eliminándose así una oferta a bajo precio, incluso por debajo de costes, que estaba actuando de freno.
Es opinión unánime que aun habiendo mas producto almacenado en comparación al mismo período del año pasado, los precios se reactivarán de forma progresiva, así como el mercado, ya que la amenaza que en otras ocasiones ha supuesto la oferta china en forma de importaciones a bajo precio, en esta campaña no va a ser posible, ya que los precios que se ofertan desde el país asiático son sustancialmente superiores a los que registra la producción europea, por lo que ahora importar ajo de China sale más caro y sólo tiene sentido en el caso de operadores que quieren mantener activas sus licencias de importación, aun a riesgo de perder dinero, que en otras ocasiones han ganado a espuertas.