La Fundación Consejo Regulador de la D. O. de Aceite Montes de Toledo ha presentado en Toledo los aceites de la nueva cosecha. El acto contó con la presencia de Miguel Cervantes Villamuelas, director general de Desarrollo Rural e Infraestructuras de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, y Andrés Gómez Mora, presidente de la Fundación.
El Hotel Beatriz de Toledo fue el escenario elegido por la Fundación Consejo Regulador de la D. O. de Aceite Montes de Toledo para el acto y la entrega de premios del certamen.
La D.O. Montes de Toledo es la encargada de avalar la calidad de los aceites de oliva producidos bajo el amparo de la Denominación de Origen Montes de Toledo, la más antigua de las localizadas en Castilla-La Mancha. Por lo que, durante el acto, se entregaron los ya tradicionales premios del “Concurso de Aceites de Oliva Virgen Cornicabra 2012”, del cual se celebra ya su décima edición y que se convoca con el fin de incentivar la preocupación por la mejora de la calidad de los aceites producidos entre las empresas y cooperativas asociadas a esta Fundación.
Montes de Toledo es el único Consejo Regulador español que cuenta con un panel de catadores reconocido por el Consejo Oleícola Internacional (COI), autorizado por el MAGRAMA y la Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha y acreditado por ENAC, lo que aporta mayor credibilidad a las certificaciones realizadas.
El panel de catadores de Montes de Toledo, que ha ejercido de jurado en estos premios, está compuesto por una veintena de personas elegidas mediante un riguroso proceso de selección. Poseen un entrenamiento específico previo -en algunos casos supera los diez años- y formación en el reconocimiento y cuantificación de los atributos del aceite de oliva, con el fin de armonizar los criterios de valoración del concurso para que los resultados obtenidos en los análisis sean estadísticamente válidos.
Sólo después de superar las exigentes pruebas de cualificación obtienen la categoría de “catadores”.
Los aceites presentados en este concurso proceden exclusivamente de la variedad cornicabra, la única autorizada para la elaboración de los aceites Montes de Toledo. De crecimiento lento, la cornicabra se cultiva en antiguas plantaciones tradicionales que, si bien no consiguen los altos rendimientos de las plantaciones intensivas, permiten cuidar el proceso de obtención del aceite al máximo para obtener la mejor calidad. De una extraordinaria estabilidad, los aceites de cornicabra presentan altos contenidos en ácido oleico, polifenoles y antioxidantes, que les proporcionan gran resistencia a la oxidación a la vez que benefician a la salud.
Desde el punto de vista organoléptico los aceites de esta variedad presentan una gran sensación de densidad en boca, siendo frutados y aromáticos, a la vez que presentan valores medios de amargo y picante, con un aroma muy equilibrado siempre que esté en el grado de maduración óptimo.
Su aroma y sabor son inconfundibles debido al frutado característico de la variedad, en el que destacan la manzana verde y la almendra; así como la hierba fresca y aguacate. Además, un intenso sabor completa su perfil, bien estructurado y muy equilibrado, altamente valorado por los entendidos.
Detrás de los aceites de Montes de Toledo hay toda una historia y una cultura, resultado de siglos de tradición e innovación al servicio del producto estrella de la dieta mediterránea. Estos aceites son creados bajo un riguroso proceso de obtención que permite conseguir aceites por encima de los estándares internacionales y preservar intactos los aromas de la fruta de la cual proceden.
La peculiaridad de nuestros aceites viene dada por el uso de una variedad de aceituna que nadie más puede ofrecer en su plenitud, ya que es el fruto de la adaptación al terroir, llevada a cabo durante siglos.
El aceite premiado será el empleado para el envasado de las muestras promociónales de la D.O.P. Montes de Toledo durante el presente año. Por lo que servirá de embajador de nuestros zumos de aceituna en las acciones de promoción que se realizarán de un extremo a otro del globo, mediante su degustación en certámenes gastronómicos en Washington, Shanghai, Tokio o San Francisco entre otros, además de las realizadas dentro de nuestras fronteras.