A un mes de cerrar la campaña vitivinícola 2024/25, los datos de INFOVI y AEAT confirman una evolución desigual en el sector: mientras la producción crece con fuerza y el consumo interno logra mantenerse en positivo, las exportaciones sufren un retroceso que condiciona el balance global del ejercicio.
En los 11 primeros meses de campaña, la producción acumulada de vino alcanzó los 31,1 millones de hectolitros, lo que supone un incremento del 9,5% respecto al periodo anterior (+2,7 millones hectolitros). Si se incluye el mosto, la producción asciende a 36,87 millones de hectolitros, con un avance del 15%.
Las existencias finales de vino y mosto sin concentrar a 30 de junio de 2025 se situaron en 33,6 millones de hectolitros, prácticamente estables frente al mismo mes de 2024. Sin embargo, la evolución es dispar según el producto: las existencias de vino se redujeron un 2,5% hasta los 31,4 millones de hectolitros, mientras que las de mosto sin concentrar aumentaron un 52%, alcanzando los 2,2 millones de hectolitros.
El mercado interno aportó una nota positiva. El consumo nacional de vino cerró el interanual a junio de 2025 en 9,76 millones de hectolitros, lo que supone un ligero avance del 0,6% respecto al mismo periodo del año anterior, equivalente a 55.665 hectolitros más.
En los 11 primeros meses de campaña se destinaron a destilería y vinagrería 1,36 millones de hectolitros de vino, un 7,3% menos que en el ejercicio previo. La reducción se concentró en la destilación, que cayó un 11% hasta 1,06 millones de hectolitros, mientras que el vino destinado a vinagre creció un 10%, alcanzando los 300.638 hectolitros.
Exportaciones en retroceso
El principal freno de la campaña vino de la mano del comercio exterior. Según datos de la AEAT, las exportaciones españolas de vino cayeron en los once primeros meses de campaña un 5,7% en volumen, hasta los 17,5 millones de hectolitros, lo que equivale a 1,1 millones menos. En valor, el retroceso fue mínimo, del 0,2%, situándose en 2.694,7 millones de euros.
El desglose muestra tendencias divergentes: los vinos envasados redujeron su volumen exportado pero aumentaron ligeramente su facturación, mientras que los graneles retrocedieron tanto en litros como en euros. En ambos casos, el precio medio aumentó en torno al 5%, reflejo de una estrategia de mayor valor añadido en mercados internacionales.
En paralelo, las importaciones españolas de vino alcanzaron los 846.301 hectolitros en los 11 primeros meses de la campaña 2024/25, lo que supone un aumento del 33%. En términos de valor, sumaron 282,6 millones de euros, un 8,9% más. El crecimiento se explica sobre todo por el vino a granel, que aumentó un 61,5% en volumen (+173.677 hectolitros) y un 52% en valor (+9 millones de euros).
Con la campaña a punto de concluir, el balance provisional refleja un escenario complejo: una producción al alza y un consumo interno estabilizado contrastan con la pérdida de peso en exportaciones, lo que plantea retos estratégicos para el sector vitivinícola español en un contexto de competencia internacional creciente y tensiones en los mercados exteriores.