Procircular, el primer Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) autorizado para operar con todos los tipos de envases y materiales en España conforme al nuevo marco normativo, ha acogido con satisfacción la reciente comunicación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que respalda una de sus principales reivindicaciones: que los convenios de responsabilidad ampliada del productor (RAP) suscritos entre administraciones públicas y sistemas colectivos estén abiertos a todos los operadores autorizados, en condiciones de igualdad.
La posición expresada por la CNMC, que insiste en la necesidad de garantizar la libre competencia en la gestión de residuos, ha sido interpretada por Procircular como un paso fundamental hacia un modelo más plural y competitivo. “Un sistema RAP sólido no puede depender de estructuras cerradas ni de fórmulas heredadas del pasado. Abrir el sistema a todos los SCRAP autorizados es esencial para asegurar la competencia real y efectiva”, ha subrayado Carmen Sánchez García de Blas, presidenta del Consejo de Procircular y directora general de Reclay Iberia.
Desde Procircular se insiste en que el modelo basado en la competencia no solo es más justo, sino que mejora el servicio, incentiva la innovación y promueve una gestión más eficiente de los recursos. La liberalización del sector en los últimos años ha demostrado —en opinión de la entidad— que permitir a las empresas envasadoras elegir entre distintos SCRAP y evaluar sus propuestas tiene un impacto directo en la calidad del servicio y en la transparencia del sistema.
“Cuando las empresas pueden comparar opciones, exigir resultados y tener voz en la elección de su operador, se genera un ecosistema más dinámico y con mayores garantías de cumplimiento”, defienden desde la organización. Además, la coexistencia de múltiples SCRAP fomenta la autorregulación del propio sistema, al promover una vigilancia mutua entre operadores que refuerza los controles internos y externos.
Un marco normativo inclusivo en el nuevo Real Decreto de envases
Procircular confía en que esta visión de apertura y libre competencia quede recogida en el nuevo Real Decreto de envases que el Gobierno tiene previsto aprobar próximamente. Para la entidad, es imprescindible que esta norma garantice un marco legal que permita a todos los SCRAP operar en condiciones equitativas, sin restricciones administrativas ni convenios excluyentes que dificulten la entrada de nuevos actores autorizados.
“Creemos que esta norma debe marcar un punto de inflexión. Apostar por un sistema abierto no es solo una cuestión de competencia, es una cuestión de eficacia, sostenibilidad y transparencia. Hay muchas formas de hacer bien las cosas, y todas deben tener cabida en un ecosistema moderno y plural”, ha defendido Carmen Sánchez.
Procircular ha compartido en los últimos meses sus propuestas con diferentes administraciones autonómicas y locales, haciendo hincapié en la importancia de construir convenios bajo principios de transparencia, acceso abierto y neutralidad. La entidad ha insistido en que no puede haber igualdad de oportunidades si los acuerdos se negocian de forma que favorecen a un solo operador, al margen de los criterios técnicos o de cumplimiento.
Desde su creación, la organización ha defendido la necesidad de superar los modelos únicos y apostar por un ecosistema donde convivan distintos operadores autorizados, generando un marco competitivo que multiplique la eficacia del sistema RAP y lo acerque a los objetivos medioambientales marcados por la legislación europea.
La posición de la CNMC se produce en un contexto en el que el modelo de responsabilidad ampliada del productor está evolucionando hacia una mayor apertura y profesionalización. La demanda social y empresarial por una economía circular más robusta y coherente con los principios europeos ha impulsado reformas legislativas que requieren una adaptación tanto por parte de las administraciones como de los operadores del sector.
En este nuevo escenario, Procircular se posiciona como un actor comprometido con el cambio, dispuesto a colaborar con las instituciones y el resto de SCRAP para construir un sistema de gestión de residuos más eficiente, colaborativo y alineado con los objetivos climáticos y sociales. “Nuestro compromiso es claro: trabajar por un modelo que esté realmente al servicio de los ciudadanos, las empresas y el medioambiente”, concluye Sánchez.
Con el respaldo del regulador y la mirada puesta en el nuevo marco legal, el sector de la gestión de residuos en España se encamina hacia una nueva etapa donde la apertura, la competencia y la innovación se consolidan como los pilares de un modelo más justo y sostenible.