El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja abre una nueva etapa con el nombramiento de Pablo Franco como director general, en sustitución de José Luis Lapuente, quien deja el cargo tras 27 años de trayectoria en la entidad. Este relevo marca un hito en la historia del organismo encargado de velar por la calidad, la trazabilidad y la proyección internacional de uno de los sellos vitivinícolas más reconocidos en el mundo.
Franco, hasta ahora director del Órgano de Control del Consejo Regulador, asume la responsabilidad máxima con un perfil que combina experiencia técnica, conocimiento profundo de la normativa y cercanía con los operadores del sector. Su recorrido dentro de la institución le otorga una visión integral que refuerza la apuesta del Consejo por la continuidad y la estabilidad en un momento de desafíos estratégicos.
La salida de Lapuente supone el cierre de una etapa clave. Durante casi tres décadas, su gestión contribuyó a consolidar la imagen de Rioja en los mercados internacionales, a impulsar la modernización de los procesos de control y certificación y a reforzar la comunicación entre viticultores, bodegas y consumidores. Su labor deja como legado un Consejo fortalecido y con capacidad de respuesta ante los retos de competitividad, sostenibilidad y posicionamiento global.
Medidas extraordinarias en rendimientos
El pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja ha cerrado su sesión de agosto con otros acuerdos de calado como la reducción de rendimientos para la campaña 2025 en Rioja Alta y Rioja Alavesa y la autorización para la experimentación con uvas tintas de graduación inferior.
Tras los controles adicionales aprobados en Rioja Oriental a finales de julio, el pleno ha ratificado una asignación de rendimientos menores para los viñedos de uva tinta en Rioja Alta y Rioja Alavesa. La decisión se apoya en informes técnicos basados en visitas a pie de campo y en modelos predictivos de Inteligencia Artificial que señalan una afección al viñedo por inclemencias meteorológicas y mildiu.
La medida, respaldada por la mayoría de las asociaciones, busca ajustar la producción a la baja expectativa de cosecha y reforzar el compromiso de la DOCa Rioja con la calidad y el equilibrio de mercado. En paralelo, se habilita un procedimiento para que los viticultores soliciten revisiones de parcelas en caso de potencial productivo superior al asignado, siempre dentro de los límites normativos.
Por otro lado, el pleno ha dado luz verde a la experimentación con uvas tintas de graduación inferior a la actualmente exigida (11% Vol.), en línea con la modificación del pliego de condiciones que en junio permitió flexibilizar los mínimos en uva blanca.
Durante la vendimia 2025, bodegas y viticultores podrán elaborar, con autorización previa, vinos a partir de estas uvas, si bien el producto resultante no podrá ser comercializado. Los resultados servirán para evaluar si esta práctica puede incorporarse en futuras campañas al pliego de condiciones, con el objetivo de ampliar la oferta y diversificar la gama, siempre preservando la calidad que caracteriza a la DOCa Rioja.