El mercado del huevo en España ha experimentado un crecimiento sostenido desde 2019 que lo sitúa entre los grandes dinamizadores de la cesta de la compra. Este avance combina un firme crecimiento del volumen en los hogares (+16,7%) y una rápida transición hacia sistemas de producción alternativos, al tiempo que se abren nuevas ocasiones de consumo, especialmente en el desayuno, tal y como destaca Inprovo.
El consumo de huevos en el hogar ha consolidado una tendencia al alza: los hogares españoles consumen un 16,7% más huevos que en 2019, lo que supone 79.000 toneladas adicionales, equivalentes a 1.253 millones de huevos más al año. Con ello, el huevo mantiene los niveles máximos de presencia en la cesta de la compra ya alcanzados en 2023 y registra un incremento del 25% respecto a 2018. En la comparativa 2019–2024, su evolución en valor se sitúa claramente por encima del conjunto de la alimentación, confirmando su papel como proteína de referencia para los hogares.
Además, los españoles cada vez apuestan más por el huevo como alimento esencial de su dieta, añadiéndolo más a la cesta de la compra. Este compromiso se refleja en el presupuesto que destinan los hogares, que se sitúa en 72,09 euros anuales.
Asimismo, el huevo se abre paso como opción en el desayuno: el 4,1% de las ocasiones de consumo en el hogar se produce ya en esta franja (1,5 puntos más frente a 2019) en un contexto de aceleración de la caída del desayuno dulce. Hoy, el huevo está presente en uno de cada seis desayunos, ampliando su relevancia en las rutinas diarias.
Aceleración hacia sistemas alternativos
La transformación del mix de oferta ha sido clave en la evolución del mercado. En los últimos cuatro años, el sistema de jaula ha cedido 15,6 puntos de peso, mientras que el sistema de suelo/gallinero ha prácticamente triplicado su cuota y ha escalado en valor desde la cuarta hasta la segunda posición. La dinámica reciente refuerza esta transición: jaula cae 6 puntos en el último año, en tanto que suelo/gallinero gana 6,3 puntos, captando compras no solo de jaula sino también del granel, que retrocede un 21% en cuatro años frente al consumo en envasado. En paralelo, los camperos retoman la senda de crecimiento tras el bache de 2023, mientras que los ecológicos se estabilizan. El resultado es una categoría más diversificada y alineada con las preferencias del consumidor por sistemas más respetuosos con el bienestar animal.
Luz de Santos, directora de Inprovo, ha explicado que “en los últimos años el huevo ha ganado relevancia en nuestra rutina: lo consumimos más, y también lo incluimos en diferentes momentos de nuestro día. El motivo es sencillo: es un alimento completo nutricionalmente y asequible para el bolsillo de los españoles”.
Además, ha añadido, “los productores ofrecen distintos tipos de huevos, desde los producidos en jaula acondicionada a los de gallinas sueltas en el gallinero (antes “suelo”), de gallinas camperas o de producción ecológica, para que cada consumidor pueda elegir en el momento de la compra el huevo que mejor se adapta a sus preferencias. Eso sí, en España todos ellos aplican el modelo europeo de producción, que aporta las mayores garantías de sanidad y bienestar animal, seguridad alimentaria, calidad y valor nutricional, en cualquiera de los sistemas de producción”.
Los huevos tienen, sin duda, un gran potencial para seguir creciendo, por su excelente valor nutricional y la mejora en la imagen del huevo entre los consumidores, que lo perciben como un alimento saludable. Por ello, entre 2019 y 2024, el huevo ha reforzado su posición en la cesta de la compra de los hogares y se consolida como un alimento esencial para los consumidores españoles y una proteína clave en su dieta cotidiana.
Diferencias geográficas y por grupos de población en el consumo
Existen importantes diferencias en el consumo entre regiones españolas. Destacan a gran distancia del resto los cántabros (12,13 kilogramos per cápita), vascos (11,13) y navarros (10,63), frente a la media de 8,95 kilogramos per cápita en 2024.
También se consumen más o menos huevos según los grupos de población. Los mayores de 65 años son grandes consumidores, con 14,1 kilogramos per cápita/año, casi un 67% más que la media. En cambio, las familias con niños pequeños consumen tan solo 5,09 kilogramos de huevos per cápita, la tasa más baja. Cerca se sitúan las parejas con hijos de mediana edad y las parejas sin hijos, otros grupos con un consumo de huevos per cápita de unos 6,5 kilogramos per cápita/año.
Estas diferencias entre segmentos de población han motivado a la organización interprofesional Inprovo a desarrollar varias campañas de promoción dirigidas sobre todo a jóvenes y a parejas sin hijos y familias con niños pequeños, los que menos huevos consumen. En muchos casos los jóvenes y padres desconocen el papel del huevo en la dieta y se trata de hacerles llegar esta información.