Kellogg ha registrado un beneficio neto atribuido de 286 millones de dólares en el segundo trimestre de 2019, lo que supone un descenso del 50% respecto al mismo periodo del año pasado.
Según ha informado la compañía, entre abril y junio, la facturación se situó en 3.461 millones de dólares, un 3% más que en el mismo trimestre del ejercicio anterior, pero el coste de los productos vendidos creció un 5,8%, hasta 2.275 millones de dólares. Asimismo, el resto de gastos operativos fue de 789 millones de dólares, un 7,3% por encima de lo registrado un año antes.
Por zonas geográficas, las ventas de Norteamérica fueron de 2.148 millones de dólares, un 1% menos, mientras que en Europa se redujeron un 3,2% hasta los 541 millones de dólares y en África, Oriente Próximo y Asia se elevaron un 22,5% hasta los 533 millones de dólares. Por último, en Latinoamérica la facturación registrada ascendió a 239 millones de dólares, la misma cifra que en el segundo trimestre del año pasado.