El pasado 31 de diciembre concluyó la rebaja del IVA en alimentos básicos, vigente desde enero de 2023. Según el Real Decreto-ley 4/2024, los tipos impositivos volverán a subir el 1 de enero de 2025, afectando a productos como el aceite de oliva, las frutas, las pastas alimenticias y las legumbres.
Así, entre las subidas previstas destacan las de los productos básicos (pan, leche, huevos, frutas, verduras, legumbres, cereales) con un IVA del 4% (antes 2%). El aceite de oliva pasa del 2% al 4% y el aceite de semillas y pastas alimenticias del 7,5% al 10%.
FACUA-Consumidores en Acción alerta de que estas subidas tendrán un impacto inmediato en los precios. Según la asociación, una botella de un litro de aceite de oliva de marca blanca, que hoy cuesta 6,74 euros de media, aumentará 13 céntimos; el aceite de girasol, cuatro céntimos; y un paquete de 500 gramos de macarrones, 3 céntimos.
FACUA considera que la rebaja fiscal ha sido ineficaz. Según sus análisis, muchos supermercados habrían incrementado márgenes de beneficio de forma ilegal, incumpliendo la normativa que prohibía esta práctica durante la vigencia de la medida.
Desde enero de 2023, el Ministerio de Consumo envió requerimientos a las principales cadenas de distribución, solicitando pruebas de que los aumentos de precios no estaban vinculados a mayores márgenes de beneficio. Sin embargo, FACUA denuncia que no se han abierto expedientes sancionadores ni se han implementado controles efectivos.
FACUA critica que, pese a las sucesivas denuncias, el Gobierno no ha sancionado a las cadenas que presuntamente incumplieron la normativa. Además, considera que la única solución efectiva sería la intervención estatal con la fijación de precios máximos, una medida amparada por la Ley de Comercio de 1996.
Con el fin de la rebaja del IVA, los consumidores afrontarán un nuevo encarecimiento de productos esenciales, un desafío que reaviva el debate sobre cómo garantizar una cesta de la compra accesible y justa.