Los veintisiete países que forman parte de la Unión Europea han respaldado la propuesta de la Comisión Europea de reducir en 2030 el desperdicio de alimentos un 30% per cápita en restaurantes, supermercados y hogares y en un 10% en la fabricación y procesado.
Esta es la posición que defenderá el Consejo en sus negociaciones con el Parlamento Europeo para dar forma al texto final, aunque la Eurocámara defendía el objetivo de reducir los desperdicios hasta en un 40%.
Los objetivos de reducción de alimentos se calcularán en comparación con la cantidad generada en 2020, ya que fue el primer año en el que se recogieron datos sobre el desperdicio de alimentos según un método armonizado. Los estados miembros pueden utilizar un año de referencia anterior a 2020, si existieran métodos adecuados de recopilación de datos a nivel nacional.
El enfoque general permite a los Estados miembros utilizar también 2021, 2022 o 2023 como años de referencia, ya que los datos de 2020 pueden en algunos casos no ser representativos debido a la pandemia de Covid-19.
Los ministros acordaron además que es necesario desarrollar factores de corrección para tener en cuenta las fluctuaciones en el turismo y los niveles de producción en el procesamiento y la fabricación de alimentos en relación con el año de referencia.
La orientación general del Consejo alcanzada este lunes permite a la presidencia rotatoria iniciar conversaciones con el Parlamento Europeo sobre el texto final, que tendrá lugar durante el nuevo ciclo legislativo.