El sector agroalimentario y pesquero ha reforzado su liderazgo en el comercio exterior español al cerrar el ejercicio 2024 con un saldo comercial positivo récord de 19.232 millones de euros, lo que representa un incremento del 21,2% respecto al año anterior. Así lo confirma el Informe Anual de Comercio Exterior 2024, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que analiza en detalle la evolución del comercio exterior en este ámbito clave de la economía.
Pese al complejo escenario internacional, marcado por tensiones geopolíticas persistentes —como la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y la amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos—, el sector agroalimentario y pesquero ha mantenido un comportamiento claramente diferencial y más dinámico que el conjunto de la economía española.
En 2024, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras alcanzaron los 75.090 millones de euros, lo que supone un crecimiento interanual del 5,8%. Este aumento contrasta con la evolución del conjunto de las exportaciones españolas, que apenas crecieron un 0,1% en el mismo periodo. Las importaciones del sector, por su parte, sumaron 55.859 millones de euros, un 1,4% más que en 2023.
Este comportamiento conjunto ha permitido consolidar al agroalimentario y pesquero como el sector con mayor superávit comercial de la economía española, contribuyendo decisivamente al equilibrio de la balanza comercial nacional. De hecho, el sector ya representa el 19,5% de todas las exportaciones españolas, frente al 13,2% de las importaciones, lo que pone de relieve su capacidad para generar riqueza y estabilidad en los intercambios internacionales.
Entre los principales subsectores exportadores destacan las frutas, con 10.859 millones de euros; las carnes, que sumaron 10.308 millones; las hortalizas, con 9.193 millones de euros. Estos tres segmentos concentraron una parte significativa del volumen exportador del sector durante 2024. Pero además, el informe del MAPA resalta otros datos de interés, como el notable incremento en las exportaciones de los aceites y grasas, que crecieron un 26,1 %, hasta alcanzar los 8.689 millones de euros y los cereales, con un aumento del 12,2 %, hasta los 495 millones de euros.
Este crecimiento no solo refleja una buena evolución de la demanda internacional, sino también la capacidad del sector para adaptarse a las condiciones de mercado y mantener su competitividad incluso en contextos complejos.
Europa, destino principal
El mercado comunitario sigue siendo el principal destino de los productos agroalimentarios y pesqueros españoles. Según el informe, el 66,3% de las exportaciones del sector en 2024 se dirigieron a países de la Unión Europea, con un crecimiento del 4,1% respecto al año anterior. Estos datos ratifican el papel de la UE como socio prioritario para las empresas agroalimentarias españolas, aunque también refuerzan la necesidad de seguir diversificando destinos y consolidando la presencia en terceros países para reducir riesgos y aprovechar oportunidades globales.
La publicación del Informe Anual de Comercio Exterior 2024 pone de relieve, una vez más, el carácter estratégico del sector agroalimentario y pesquero para la economía nacional. Su contribución no se limita al empleo o a la cohesión territorial, sino que también desempeña un papel esencial en el equilibrio de la balanza comercial.
En un entorno internacional marcado por la incertidumbre, el sector se presenta como un activo sólido, resiliente y altamente competitivo, gracias a su capacidad para generar valor añadido, innovar en sus procesos y responder a las nuevas demandas del mercado. Además, este dinamismo se ve reforzado por el esfuerzo inversor en internacionalización, mejora logística, sostenibilidad y trazabilidad, que permite a las empresas españolas competir en los mercados más exigentes y mantener la confianza de los consumidores globales.
A la luz de los datos, el sector agroalimentario y pesquero español no solo consolida su liderazgo comercial, sino que marca un camino claro para otros sectores productivos que buscan ganar protagonismo en el mercado exterior. Sin embargo, el mantenimiento de esta posición de privilegio requerirá atención continua a factores clave, como la evolución de las barreras comerciales y normativas en mercados internacionales, la adaptación a las nuevas exigencias de sostenibilidad y seguridad alimentaria, la mejora de la competitividad, con especial foco en la innovación, digitalización y logística y el refuerzo de la diversificación de mercados, especialmente en Asia, América Latina y Oriente Medio.
En definitiva, el récord alcanzado en 2024 confirma que el sector agroalimentario y pesquero español es un motor económico esencial, tanto por su peso directo en el comercio como por su capacidad de generar valor, empleo y cohesión territorial. Su buen comportamiento exterior refuerza su condición de pilar estratégico para el país, y anticipa nuevas oportunidades de crecimiento sostenido en un entorno cada vez más global y competitivo.