Los ministros de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, han mantenido hoy un encuentro con representantes del sector agroalimentario español para abordar las implicaciones de la reciente declaración conjunta firmada el 21 de agosto entre la Unión Europea y Estados Unidos en materia comercial.
Durante la reunión, el Ejecutivo trasladó a las empresas su compromiso para mejorar la competitividad e impulsar la internacionalización del sector. Asimismo, se analizó el impacto que han tenido los aranceles en los últimos cuatro meses, desde la entrada en vigor del Plan de Respuesta, y se escucharon las valoraciones de las compañías sobre los efectos directos e indirectos que esta situación genera en sus exportaciones.
El Gobierno manifestó su disposición a seguir acompañando a las empresas con nuevas medidas que podrían incorporarse al Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial. “Nuestro objetivo es defender los intereses del sector agroalimentario español y garantizar su presencia en los mercados internacionales”, subrayaron los ministros.
Tanto Planas como Cuerpo destacaron la relevancia de contar con acuerdos comerciales sólidos que aporten estabilidad y reglas claras para el comercio internacional, citando el acuerdo con Mercosur como ejemplo del potencial que ofrecen este tipo de pactos.
En la reunión participaron organizaciones clave del ámbito agroalimentario, entre ellas FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas), FEV (Federación Española del Vino), ASEMESA (Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa), ASOLIVA (Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva), ANFACO-CYTMA (industria conservera), así como cooperativas, asociaciones agrarias y entidades financieras y aseguradoras como ICEX, ICO y CESCE.
El Ejecutivo reiteró que continuará defendiendo los intereses de las empresas españolas ante las implicaciones del nuevo marco comercial, trabajando junto al sector para asegurar que las oportunidades generadas por la declaración UE-EEUU se traduzcan en un impulso para las exportaciones y la competitividad de la industria agroalimentaria.










