Tras un 2020 marcado por la pandemia y otros factores comerciales, el sector del vino puede presumir de haber recuperado buena parte de su facturación a nivel mundial a lo largo de 2021. Es más, ha batido récords en el interanual a septiembre con 33.658 millones de euros y 10.833 millones de litros, al precio más alto de la historia (3,11 euros el litro).
Francia lidera esta recuperación tras sufrir más que ningún otro proveedor esta crisis. El año pasado disparó su facturación un 26,1%, lo que se traduce en 2.236 millones de euros, y se posiciona como primer vendedor pese a exportar menos cantidad que España e Italia. Sin embargo, España consolida su liderazgo en volumen al aumentar más que ningún otro sus ventas con 347 millones de litros.
En cuanto al tipo de vino, son los espumosos y envasados los que más han contribuido a la recuperación del comercio mundial. Por el contrario, los vinos a granel y en bag-in-box han perdido facturación tras ganar cuota en 2020.
Respecto al mercado chino, que juega un papel fundamental en este sector, las importaciones de vino envasado en el país cayeron durante los nueve primeros meses de 2021, un 14% en valor y un 8% en volumen. No obstante, las exportaciones de vino con DOCa Rioja a este mercado crecieron en este periodo un 87% en valor, hasta los 13,3 millones de euros, y un 42% en volumen, hasta los 2,2 millones de litros, con precios medios también al alza (6,18 euros el litro).
Por otro lado, pese a que los principales destinos para el vino español siguen siendo en su mayor parte países europeos, las exportaciones hacia otras regiones han aumentado por encima de la media global durante los nueve primeros meses de 2021.
En este sentido, Latinoamérica y Asia, dos mercados muy enfocados a los vinos con Denominación de Origen envasados y a los vinos espumosos, cobran relevancia para el país, así como África, mercado en el que el vino sin indicación supone en torno al 90% del total exportado.
En cuanto al futuro del sector, las perspectivas son optimistas. La excelente recuperación y crecimiento de 2021 hacen pensar en lo que ocurrió tras la crisis de 2009, a la que, pese a los malos augurios, siguió un crecimiento extraordinario del comercio mundial de vino. En el caso actual, la crisis ha sido posiblemente más profunda pero menos duradera y la recuperación parece estar siendo incluso más pronunciada que entonces.