Las exportaciones españolas de frutas y hortalizas frescas mantuvieron durante el primer semestre de 2025 un comportamiento estable en volumen, aunque con un destacado incremento en valor. Según los datos del periodo, el sector alcanzó los 10.967 millones de euros, un 8,94% más que en 2024, mientras que el volumen exportado se situó en 6,6 millones de toneladas, prácticamente en los mismos niveles que el año anterior (-0,21%).
El grupo de las hortalizas experimentó una disminución del 2,75% en volumen, hasta los 3,2 millones de toneladas, pero con un aumento del 5,44% en valor, que ascendió a 4.981 millones de euros.
En este segmento, la lechuga lideró en volumen exportado con 456.000 toneladas, muy cerca del pimiento (455.000 toneladas). Sin embargo, fue este último el que encabezó el valor económico, alcanzando 1.062 millones de euros, seguido del tomate, con 677,5 millones de euros.
A diferencia de las hortalizas, el grupo de las frutas mostró un crecimiento en ambos indicadores. Se exportaron 3,4 millones de toneladas (+2,28%) con un valor de 5.988 millones de euros (+12,04%). El dato refuerza la tendencia positiva de la fruta española en los mercados internacionales, consolidando su peso en el total de la exportación hortofrutícola, según datos de Fepex, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas.
La Unión Europea continúa siendo el principal destino de las exportaciones españolas, con una cuota del 84% y un total de 5,57 millones de toneladas. Dentro de la región, Alemania se situó como primer mercado receptor, con 1,89 millones de toneladas, seguida de Francia (1,18 millones) y Reino Unido (0,74 millones).
Importaciones al alza y presión sobre el tomate
Las importaciones de frutas y hortalizas también crecieron en este primer semestre, alcanzando 2,4 millones de toneladas (+9,09%) y un valor de 2.956 millones de euros (+14,72%), siendo Francia el principal país de origen.
El tomate concentró la mayor tensión en el balance comercial. Mientras las exportaciones de este producto cayeron un 10% en volumen (44.600 toneladas menos), las importaciones aumentaron un 45,6% (+26.800 toneladas). El origen más relevante sigue siendo Marruecos, que ya representa el 54,5% del tomate importado en España, con un aumento del 56% en el primer semestre (+16.800 toneladas).
El comportamiento del sector evidencia una mejora del valor añadido en las exportaciones, especialmente en frutas, aunque con presiones competitivas en productos sensibles como el tomate. La estabilidad en volumen, combinada con el incremento de precios, refleja tanto la fortaleza de la demanda internacional como los retos que afronta la producción nacional en un contexto de creciente competencia exterior.