El aumento de las insolvencias en el sector retail español refleja un importante impulso respecto a los niveles prepandemia. De este modo, en España, el número de concursos de acreedores en empresas de esta industria cerró 2024 un 20,1% por encima de 2019.
La presión se reduce en la comparación interanual, con un aumento de insolvencias del 11,7% en 2024 respecto a 2023 y un total de 1.394 concursos de acreedores, la cifra más alta desde hace cinco años, según revela el análisis ‘Impacto de las insolvencias en la actividad empresarial española’, realizado por los expertos Coface, firma experta en gestión integral de riesgo de crédito comercial, donde la compañía ha analizado la evolución del número de concursos de acreedores en empresas a nivel nacional y cómo esta dinámica está afectando a la vulnerabilidad de muchos sectores.
El trabajo señala que el retail ha atravesado cinco años de gran volatilidad, marcada inicialmente por la pandemia y posteriormente por un fuerte shock inflacionario. Ahora, el sector se enfrenta a desafíos estructurales de gran calado: la creciente penetración del comercio electrónico, la transformación de los formatos de venta (como el auge del descuento y la segunda mano), y unas expectativas de los consumidores cada vez más polarizadas entre productos de bajo coste y opciones premium.
No obstante, las oportunidades también están ahí: unas tendencias demográficas favorables; la expansión de la clase media en los mercados emergentes; la resistencia general del comercio minorista de alimentación y la consolidación del sector en los países desarrollados marcarán la senda del crecimiento del retail.
Contexto general del entramado empresarial español: costes crecientes y demanda debilitada
En los últimos cinco años, las insolvencias empresariales han mostrado una evolución marcada por la volatilidad, con periodos de descenso seguidos de fuertes repuntes que reflejan la incertidumbre económica global. En este escenario, en España, el número de concursos de acreedores en empresas todavía se mantiene por encima de los niveles prepandemia en 2024, situándose un 29,4% por encima del observado en 2019.
La razón es que la mayor parte de medidas temporales de apoyo postpandemia han llegado a su fin, dejando un 2024 marcado por grandes aumentos en el cómputo anual de insolvencias respecto a 2023. No solo por la retirada de estos mecanismos de ayuda, sino también por otras cuestiones clave como el aumento de los costes operativos (energéticos y laborales), el endurecimiento de las condiciones financieras y la transformación en los patrones de consumo debido a las incertidumbres (mayor control del gasto). Esta combinación de costes crecientes y demanda debilitada ha creado una tormenta perfecta: los márgenes se han estrechado, limitando la capacidad de maniobra, y un número creciente de compañías ha tenido dificultades para sostener sus operaciones bajo estas condiciones.
De esta forma, el análisis anual también muestra un incremento en concursos de acreedores en empresas del 12,6% respecto a 2023, con 5.589 insolvencias empresariales. Un resultado que obliga a la cautela: el incremento global de insolvencias y un entorno geopolítico cada vez más complejo e incierto obligarán a las empresas españolas a extremar la prudencia y fortalecer su capacidad de resiliencia en los próximos meses.