En 2024, la facturación total del comercio electrónico B2C europeo aumentó un 7%, pasando de 765.000 millones de euros a 819.000 millones de euros, según el Informe Europeo de Comercio Electrónico 2025 de Ecommerce Europe y EuroCommerce que señala que, en general, las cifras de 2024 se comparan positivamente con las de años anteriores, gracias a la disminución de la inflación, lo que elevó el crecimiento real en Europa al 4,2%.
A pesar de los desafíos globales, el sector del comercio electrónico está aprovechando nuevas oportunidades, integrándose cada vez más en la vida cotidiana de los ciudadanos europeos.
El alentador rendimiento del sector del comercio electrónico europeo en 2024 se vio impulsado por diversos factores. En primer lugar, la creciente demanda de los consumidores, impulsada por la comodidad, la experiencia personalizada del cliente, una amplia oferta de productos y servicios, incluyendo productos de segunda mano y otras opciones circulares, y la creciente confianza del consumidor.
En segundo lugar, la inversión acumulada por las empresas en tecnología, mejorando el marketing, la atención al cliente, los pagos y la logística. En tercer lugar, los gobiernos nacionales y la UE están implementando programas piloto para estimular la competitividad de las empresas locales. Sin embargo, persisten desafíos, empezando por la complejidad de las regulaciones y la aplicación desigual o deficiente de las normas de la UE, lo que genera una desigualdad de condiciones entre las empresas con sede en la UE y las que no la tienen.
Si bien los actores del comercio electrónico se enfrentan a oportunidades y desafíos similares en toda Europa, las especificidades macrorregionales siguen afectando las tasas de crecimiento local. Si se analizan las cifras ajustadas a la inflación para Europa y todas sus regiones, las cifras de este año indican una estabilización. Con una tasa de inflación europea que ronda el 2,6%, se registró un crecimiento real en Europa y en todas sus macrorregiones. Las proyecciones en términos de tasa de crecimiento e inflación para 2025 son comparables a las registradas en 2024, lo que ofrece una perspectiva optimista para el desarrollo futuro del comercio electrónico.
Para continuar con esta tendencia positiva, los instrumentos políticos adecuados, como la simplificación y armonización del marco regulatorio, son factores clave. La agenda de simplificación cuenta con una amplia aceptación entre los actores del comercio electrónico, quienes ven una oportunidad para ampliar sus operaciones a nivel de la UE, contribuyendo así a la competitividad de nuestra economía europea. No obstante, se requiere equilibrio y cooperación entre los responsables políticos y el sector del comercio electrónico para generar los estímulos adecuados y evitar lagunas legales. La legislación debe aplicarse de forma coherente para garantizar la igualdad de condiciones, pero también debe aplicarse de forma proporcionada y uniforme. Es fundamental que la elaboración de normas sea transparente y evite socavar las cadenas de valor responsables o frenar la innovación en el mercado, incluyendo la economía de segunda mano y las soluciones minoristas omnicanal.
En respuesta a las cifras y tendencias, Luca Cassetti, secretario general de Ecommerce Europe, declaró que “este año marca un importante cambio de perspectiva a nivel de la UE en cuestiones como la competitividad y la simplificación. Consideraciones sobre estos aspectos forman parte ahora de nuevas iniciativas políticas y procedimientos en curso. Sin embargo, la urgencia de la situación sigue sin abordarse. Por lo tanto, Ecommerce Europe ha renovado su llamamiento a la igualdad de condiciones en el comercio electrónico en su carta abierta de junio de 2025. Además, abogamos por que los instrumentos políticos sean lo más flexibles posible, para que el comercio electrónico siga ofreciendo una salida concreta para una amplia gama de productos y servicios”.
Por su parte, Christel Delberghe, directora general de EuroCommerce, comentó que “nuestro informe subraya que Europa debe intensificar urgentemente la aplicación de la normativa para garantizar que todas las empresas, tengan o no sede en la UE, se rijan por las mismas normas, con una aplicación coherente y rigurosa en todos los Estados miembros. Solicitamos un mayor enfoque en el cumplimiento, la armonización y la simplificación de las normas para liberar todo el potencial del comercio electrónico transfronterizo y fortalecer la competitividad global del sector”.