El sector vitivinícola español ha reafirmado su compromiso con la sociedad y su voluntad de comunicar con más claridad el valor real que representa el vino para la economía, la cultura y el territorio. En una rueda de prensa organizada por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), se han compartido cifras clave del sector junto a una declaración de intenciones: promover una narrativa positiva, actual y responsable en torno al vino.
España cuenta con 924.000 hectáreas de viñedo, lo que representa el 13% del total mundial y la convierte en el país con mayor superficie cultivada del planeta. Además, lidera a nivel internacional en viticultura ecológica, con más de 166.000 hectáreas certificadas, equivalentes al 18% del viñedo nacional, lo que pone de manifiesto el compromiso del sector con la sostenibilidad y las nuevas demandas del consumidor.
La actividad vitivinícola genera 386.000 empleos equivalentes a jornada completa, y su peso económico es significativo: 22.350 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB), el 1,6% del PIB, y una contribución de más de 4.260 millones de euros en recaudación fiscal. En el ámbito exterior, las exportaciones superan los 3.500 millones de euros, lo que posiciona a España como el segundo exportador mundial de vino en volumen.
En palabras de Susana García, directora de OIVE, hay que estar “unidos para trabajar en el sector vitivinícola. Hay que saber dónde estamos”. Por eso, la organización ha lanzado la campaña #VidaConModeración, una acción audiovisual que busca reivindicar el disfrute responsable del vino y, al mismo tiempo, reforzar su papel como parte del estilo de vida mediterráneo. La campaña plantea una visión moderna y positiva del consumo moderado, vinculado a la conversación, el encuentro y la cultura compartida.
Con esta iniciativa, la Interprofesional responde a uno de los grandes desafíos del sector: reconectar con el consumidor contemporáneo, especialmente con los más jóvenes, que muestran nuevos hábitos de consumo, mayor interés por el origen y la trazabilidad de los productos, y una actitud más crítica hacia el consumo de alcohol.
Desde OIVE insisten en que el vino debe integrarse en el relato de una alimentación equilibrada y consciente, como una expresión cultural que fomenta el disfrute pausado, la conversación y la conexión con el territorio. En este sentido, la campaña #VidaConModeración no solo tiene un enfoque comunicativo, sino que también refuerza el papel del vino como activo de valor en el entorno rural, motor de empleo y fijación de población en zonas de baja densidad, y elemento dinamizador del enoturismo, una de las actividades emergentes con mayor capacidad de atracción en los últimos años.










