Aunque el hurto en los comercios bajó en 2020 debido al confinamiento y los cierres de los establecimientos, España sigue siendo uno de los países europeos con mayores tasas de pérdida por hurto, con un impacto de 1.800 millones de euros anuales, lo que equivale a un 0,8% de las ventas totales del comercio.
Así, según ha asegurado Alejandro Sánchez, director de Servicios de comercio electrónico y prevención de la pérdida de AECOC , en el 24º Congreso AECOC de Pérdida Desconocida, que se está celebrando hoy en Madrid, “con los cierres de comercios, el hurto cayó un 40%, pero este año la tendencia ha cambiado y el hurto crece a tasas del 16%, por lo que volvemos a tasas prepandemia”.
Los datos facilitados por AECOC recogen que del total de la pérdida desconocida un 24% son hurtos. Estas pérdidas se trasladan a los ciudadanos en una media de 100 euros al año por hogar. Además, Sánchez asegura que “el hurto ha dado un respiro porque no ha habido movilidad, pero también ha servido para darse cuenta de que hay otras fuentes que han ganado peso como son las pérdidas ligadas a los errores de administración o los vinculados con el comercio electrónico, que han ido creciendo”.
“El delito de fraude informático creció un 25% en 2020 y el ligado a tarjetas de crédito lo hizo en un 28%”, ha explicado Sánchez, que ha apuntado a que, en la actualidad, por cada tres hurtos físicos que se producen hay una estafa de tarjeta.
Por ello, Sánchez ha querido poner el foco en esta problemática y pedir a las empresas que avancen en la ciberseguridad y en la comprensión de los datos que manejan para responder eficazmente a la “complejidad de gestión de los surtidos y de la pérdida desconocida que conlleva la digitalización”.
Por otro lado, según los datos de la Guardia Civil, presentados en el congreso, en 2021 se han cometido 29.659 hechos delictivos en comercios y se proyecta cerrar el año en torno a los 33.488 que se registraron en 2020. Cifras un 40% inferiores a los más de 55.000 delitos que se cometieron en 2018 y 2019. “Esperábamos que el levantamiento de las restricciones supusiera un gran crecimiento respecto a los datos de un 2020 marcado por el confinamiento y el cierre de negocios, pero la realidad es que no se ha producido un aumento y los delitos comerciales siguen lejos de lo que sucedía antes de la pandemia”, ha explicado el jefe del grupo de análisis criminal de delitos contra el patrimonio, Diego Alejandro Palomino.
En el detalle por tipología de delitos, los hurtos representan un 63% del total, mientras que los delitos de robo con fuerza suponen un 33% y los robos con violencia un 2,8%. De estos, un tercio acaban resueltos por las fuerzas policiales, excepto los robos con violencia, que se esclarecen en la mitad de los casos.
Los datos expuestos por la Guardia Civil muestran que el comercio minorista es víctima de la mayoría de hurtos y de robos con violencia (49% y 54% del total de los casos, respectivamente), mientras que el 33% de los robos con fuerza se producen en la hostelería.
“Necesitamos que el negocio del delincuente no sea rentable y eso pasa por lograr la trazabilidad de todos los productos, incrementar el control de las fronteras internas en Europa, controlar también la venta de segunda mano y exponer la delincuencia organizada que se produce a través de informes y formaciones”, ha explicado el portavoz de la Guardia Civil.
Nuevo marco normativo
Desde Aecoc también se ha pedido a la administración un marco normativo más eficaz en la lucha contra la multirreincidencia del hurto, que supondría “una herramienta clave en la lucha contra los delitos persistentes de las bandas organizadas”.
Una de las herramientas regulatorias que han permitido avanzar en la prevención de los delitos en los comercios es el protocolo de denuncias in situ aprobado hace un año, y que permite denunciar en el propio establecimiento a delincuentes identificados en el momento de comente un delito leve -hurto de valor inferior a 400 euros-, con el objetivo de celebrar un juicio rápido.
Una de las comunidades donde más se ha extendido el uso de las denuncias in situ es el País Vasco. En el congreso, la Ertzaintza ha mostrado que, desde la puesta en marcha del proyecto, la policía vasca ha registrado 2.000 denuncias por hurtos leves, y 489 se han gestionado a través del protocolo de denuncias in situ, con una tasa de éxito del 91% a la hora de formalizar la denuncia y de un 78% en la celebración de juicios rápidos, con un 97% de condenas.