Heineken España restituirá al río Jarama 500 millones de litros de agua. Es la cantidad equivalente a 2.000 millones de cañas de cerveza, que hará que su fábrica de San Sebastián de los Reyes alcance el balance hídrico neutro este mismo año.
Las actuaciones del Proyecto Jarama se centran en la ribera del río Jarama a su paso por Belvis, en el término municipal de Paracuellos del Jarama y a menos de cinco minutos de la fábrica de Heineken en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Gracias a esta iniciativa, el equivalente a toda el agua que contienen las cervezas elaboradas en esta fábrica se restituirá de manera natural a la cuenca del río Jarama, ayudándole a recuperar su estado fluvial óptimo. Además, beneficiará el acuífero y la biodiversidad de las lagunas de Belvis del Jarama, un espacio natural protegido incluido en el Catálogo de Humedales de la Comunidad de Madrid y en el Inventario Nacional de Zonas Húmedas.
Para lograrlo, Heineken está retirando un tramo de 140 metros del muro que impedía la inundación natural de la llanura aluvial de Belvis del Jarama, una construcción artificial levantada a finales del siglo pasado. Ahora, cuando el río crezca, convertirá esta llanura en una laguna estacional: un nuevo depósito natural de agua que recargará el acuífero y las reservas subterráneas con 500 millones de litros de agua cada año, una estimación que cuenta con el aval científico de la Universidad Complutense de Madrid.
Sus beneficios también incluyen un menor riesgo de inundaciones para las localidades cercanas, al disminuir el caudal máximo del río, así como una mejor calidad del agua, que tras ser filtrada por el suelo aflora a la superficie y se queda en el territorio, mejorando el estado de las Lagunas permanentes de Belvis y multiplicando por 10 la lámina de agua, que pasará de cuatro a 50 hectáreas. Además, contribuye a conservar el humedal favoreciendo la biodiversidad y el hábitat de animales como la garza real y especies amenazadas como el aguilucho lagunero o el martín pescador. Para ello, la cervecera limpiará la zona de residuos y plantas invasoras y exóticas y la repoblará con especies de flora autóctona de agua dulce y plantas de ribera como sauces, álamos y olmos resistentes a la grafiosis. Además, creará refugios para aves insectívoras, insectos y anfibios.
Heineken se centra en tres batallas: lograr ser cero emisiones, maximizar la circularidad y proteger las fuentes de agua. Con un enfoque integral que va más allá de la eficiencia y se preocupa de la circularidad del agua y el balance hídrico, teniendo en cuenta el incalculable valor del agua para la economía de cada territorio, ya que la escasez de agua afecta a la salud, a la educación, a la igualdad, a la alimentación, a la economía e incluso al empleo de las personas. Más del 75% del territorio está en riesgo de desertificación y las previsiones apuntan a recortes agudos en el suministro de agua para 2040. Actualmente, esta empresa utiliza 3,37 litros de agua para elaborar un litro de cerveza y pretende seguir reduciendo esta cantidad para hacer que en 2030 se limite a 2,6 litros de agua.
Sus esfuerzos para consumir menos agua se centran en los procesos de limpieza y mantenimiento en fábricas, a los que se dedican 1,8 litros de agua por litro de cerveza (un 31% menos que en 2008). Esta agua ya se trata al 100% para devolverla al entorno con la calidad necesaria. Pero hay una parte del agua, la que contiene la botella y la que se evapora en el proceso de elaboración de (1,5 litros de agua por litro de cerveza), que la cervecera no puede dejar de consumir. Por eso ha asumido la responsabilidad de devolver también esta cantidad a su fuente de origen, mediante soluciones basadas en la naturaleza, para que sus cuatro fábricas logren el balance hídrico neutro.
Así surgieron los proyectos Doñana, Albufera y Jarama, tres iniciativas ubicadas en ecosistemas de alto valor ecológico que van a restituir a las cuencas de los ríos Guadalquivir, Júcar y Jarama toda el agua que contienen las cervezas elaboradas por la marca. Gracias a estos proyectos, la cervecera ya tiene un balance hídrico neutro en Andalucía y la Comunidad Valenciana y este mismo año hará realidad su compromiso a nivel nacional con el Proyecto Jarama, que se desarrolla en Madrid.
En este proyecto la colaboración público-privada vuelve a ser clave desarrollado junto a la Confederación Hidrográfica del Tajo y la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid para asegurar el impacto más positivo en la comunidad local y el entorno natural.