Las nuevas instalaciones de Briego situadas en Fompedraza (Valladolid) han recibido más de un millón de euros de subvención de los tres millones de euros que ha supuesto la obra de modernización, motivada por el continuo crecimiento en la producción, de en torno al 25% en los últimos cuatro años y por el aumento de sus ventas, que casi se han duplicado desde 2015, pasando de 350.000 botellas en ese año a 65.000 en 2018.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, asistió el viernes a los actos del 25 aniversario y a la inauguración de las nuevas instalaciones. Todas las ayudas que ha recibido la compañía bodeguera son ayudas de financiación Feaga, a través del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español.
Además de las subvenciones gestionadas por la Junta de Castilla y León, Briego también ha recibido otro complemento a través de la Iniciativa Leader (Grupo de Acción Local Duero Esgueva) de 134.000 euros. Gracias a ello ha podido incorporar nuevos equipos para la elaboración, embotellado, etiquetado y envasado de vino, depósitos de acero inoxidable, bombas de trasiego, cabezal de lavado, bazuqueador, despaletizador, embotelladora, etiquetadora-capsuladora, barricas y soportes para barricas, etc.
La bodega ribereña con capacidad de procesar hasta un millón de kilogramos de uva, ha diversificado ahora su línea de negocio, apostando de manera por el enoturismo ligado a la truficultura. Briego es la única bodega de la Ruta del Vino Ribera del Duero que incluye esta propuesta (posee junto a sus viñedos encinas micorrizadas bajo las que crece la trufa negra).
Por otro lado, Bodegas Briego ha empezado a proteger en origen sus botellas de vino Supernova para evitar su hurto en los comercios. Para ello, ahora ya llegan a las tiendas protegidas con una etiqueta perfectamente oculta e integrada en la estética de la botella.
Gracias a la protección en origen, los empleados de las tiendas no tendrán que etiquetar las botellas contra el hurto de forma manual. Esto reduce el tiempo que transcurre entre la recepción de las botellas en los comercios hasta su puesta en venta. Además, la protección garantizada permite exponer el vino fuera de las vitrinas y que, de esta manera, sea más accesible y atractivo para el consumidor que visita la tienda.