El Informe Perspectivas del Consumidor de Kantar Millward Brown, que de manera trimestral analiza la confianza del consumidor español en torno a la economía propia y del país, confirma que el año 2018 cerró con una suave desaceleración del índice de Comportamiento del Consumidor, que había alcanzado su nivel máximo en el segundo trimestre de 2018.
En concreto, a finales del año 2018 se sitúa de nuevo en valores negativos (-1,7), siguiendo un suave ritmo de desaceleración “que no resulta preocupante y que previsiblemente no afectará a las decisiones de consumo”, destaca el informe, que explica que los datos de consumo minorista reales publicados por el INE, actualizados a noviembre, “refuerzan esta idea de estabilización del consumo”.
En lo relativo a la percepción sobre el empleo, el trabajo afirma que el año termina con un consumidor bastante polarizado en lo que respecta a la evolución del desempleo en España. Así, mientras que la mitad de los consumidores (47%) opina que el nivel de desempleo se mantendrá estable en los próximos meses, opinión muy en línea con la de los últimos 2 periodos, la otra mitad se divide claramente entre aquellos que creen que subirá el desempleo (26%) y aquellos que creen que habrá menos (también 26%).
“Tras el repunte a comienzos de año del número de personas que tenía una visión más negativa a este respecto, asistimos ahora a una moderación: ha bajado el número de personas que creen que en los próximos meses el paro se incrementará”, destaca la consultora.
Al ser preguntados por las posibilidades de perder su propio trabajo en seis meses, los ocupados españoles continúan reforzando la opinión de que hay pocas o ninguna posibilidad de perder el empleo en los próximos meses, pasando del 72% al 74% en el último trimestre de 2018. Este dato está muy alineado con la idea de que en términos de consumo interno no parece haber grandes incertidumbres ni se avecinan grandes bajadas.
Por otro lado, cuando se pregunta si creen que en los próximos meses sus ingresos se mantendrán en el nivel actual, el último trimestre de 2018 arroja un ligero descenso en la seguridad del consumidor, bajando ligeramente los que creen que se mantendrán y aumentando los que creen que sus ingresos pueden bajar. “Este cambio, sin apenas relevancia, está totalmente en línea con el leve descenso de la confianza global”, afirma el informe.
“Estos descensos en diferentes parámetros relacionados con la confianza (ingresos propios, desempleo general) no suponen cambios relevantes en el clima social y no se espera un cambio brusco negativo de tendencia como el sucedido en 2007-2008”, concluye el estudio.