El shopping es una de las principales actividades que realizan los turistas de largo recorrido, y según el operador internacional Global Blue, llevan a cabo el 60% de las compras durante los dos últimos días de estancia.
De esta forma, los datos, que cruzan el tiempo transcurrido entre la fecha de compra en tienda y la validación aduanera para la devolución del IVA en el aeropuerto antes de volver a su país, ponen de manifiesto la importancia de que este viajero, caracterizado por su elevado nivel de gasto, tenga España como destino final, y no como lugar de paso o escala, para no perder oportunidades de shopping.
En esta carrera por conseguirlo, es prioritario facilitarle la llegada, destaca Global Blue, que señala que “el hecho de que las nacionalidades más rentables para el comercio español ,hong-kongneses (con un ticket medio de 1.600 euros) y chinos (con un ticket medio de 1.000 euros), apenas supongan el 1% de los viajeros que nos visitan es un síntoma de que todavía hay camino por recorrer”.
En este sentido, el desarrollo de conexiones aéreas directas con mercados emisores de larga distancia, incluyendo más ciudades chinas, resulta clave. Prueba de ello es que la mejora de la conectividad con dos de las más importantes del Sudeste Asiático, como son Shangai y Hong-Kong, contribuyó a aumentar en más de un 40% los ingresos por compras de turistas de larga distancia en lo que llevamos de año.
Además, esta medida debe venir acompañada de una política de expedición de visados adecuada que facilite su obtención en pocas horas y de manera digital, evitando así que las trabas burocráticas empujen a estos turistas a decantarse por otros destinos donde se lo pongan más fácil.
Por otro lado, Global Blue también llama la atención sobre la necesidad de un sistema de devolución de impuestos eficaz que mejore la experiencia de compra de los viajeros. De ahí la importancia de que se convierta en obligatoria la validación digital del IVA, conocida como DIVA, dejando atrás definitivamente los justificantes en papel y los sellos de caucho.
“Al captar a estos viajeros extracomunitarios que se dejan en una sola compra lo mismo que un europeo en toda una semana de estancia, se aumentará la rentabilidad del sector turístico nacional y se contribuirá a paliar la saturación que genera un modelo sustentado principalmente en el sol y playa”, señala el operador.
Según el director general de Global Blue España, Luis Llorca, “como el turismo de compras es una actividad que no está vinculada al buen tiempo, se desestacionaliza la demanda. Además, por lógica, menos viajeros gastando más dinero implica usar menos recursos y, por tanto, más empleo, impuestos y riqueza para país, generando un modelo sostenible que no despierte entre los ciudadanos locales un sentimiento de rechazo al turista que viene de fuera”.