Aunque España lidera las expectativas económicas en Europa, se mantiene a la cola en las previsiones de consumo donde se vuelve a obtener un dato negativo (-8 puntos).
Así, España consigue un máximo histórico en la medición del clima de consumo europeo, que realiza la consultora GfK, al alcanzar 51 puntos en el índice de expectativas económicas correspondiente al último trimestre de 2015. Sin embargo, las mismas personas que confían en la economía del país, refuerzan su postura de no incrementar el consumo, no al menos en los próximos meses.
La diferencia entre ambas percepciones no ha hecho más que crecer a lo largo de 2015. Por una parte, la confianza en el país y en sus posibilidades se afianza y se traduce en un incremento de 26 puntos en las expectativas económicas, mientras que, por otro lado, de cara a los hogares, la austeridad prosigue y las previsiones de gasto sólo han crecido dos puntos en el mismo período de tiempo.
En cuanto a las expectativas de ingresos en España, se registraron en diciembre 31 puntos, 11 más que en el trimestre anterior y 25 más que en el mismo mes de 2014, sin embargo, todavía se encuentran 20 puntos por debajo de las previsiones económicas del país (51 puntos). Estos datos indican una importante mejoría en las perspectivas de renta a corto plazo. Sin embargo, el contraste con los resultados relativos a la disposición a comprar indica que los españoles siguen sin tener los recursos necesarios para incrementar el consumo en sus hogares, más allá de sus necesidades básicas.
Si comparamos con otros países europeos, España ocupa la cuarta posición en este indicador, detrás de República Checa (57), Alemania (51) y Polonia (35).