La Asociación Internacional de la Industria de la Panadería (AIBI) asegura que el mercado español de la panadería y bollería es el que más ha crecido de Europa. De hecho, asegura que “el crecimiento del sector en España supera con creces al comportamiento de cualquiera de los otros 14 países analizados”.
La AIBI ha publicado un informe donde se muestra un crecimiento del 3,7% en la producción y un 4,2% en el consumo en España. Además, las exportaciones de las empresas alimentarias españolas se mantienen al alza por segundo año consecutivo, en 2013, ascendieron en un 17% y, en 2014, ese aumento fue del 11,5%.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente cifró en aproximadamente 1.700 millones de kilos el consumo de pan en toda España durante 2013, unos 37 kilogramos de pan por persona al año, últimos datos oficiales publicados al respecto.
Este consumo muestra un valor al alza respecto a los años precedentes, así como un aumento tanto del pan fresco como congelado.
En esta línea, el informe de AIBI refleja cómo el sector en España muestra “una creciente competitividad, siendo un mercado que se adapta a las nuevas preocupaciones de los consumidores”. Estos cambios demuestran unos clientes más preocupados por aspectos de vida saludable, que tienen que compaginar con menos tiempo para prepararse las comidas.
El Bread Market Report de AIBI destaca la singularidad del caso español en el sector panadero, con un crecimiento notablemente superior al del resto de países analizados. El estudio resalta “el exitoso establecimiento de numerosas empresas franquiciadoras y la implicación de las grandes marcas para eliminar las grasas saturadas de sus productos, incluir elementos más saludables como orégano o aceitunas negras, entre otras innovaciones que sirvan para atraer a los clientes”.
Para AIBI, Asociación Internacional de la Industria Panadera, estos establecimientos han sabido evolucionar adaptándose a nuevas demandas, completando su oferta más allá de los cafés, potenciando la repostería, incluso llegando a los bocadillos. Esta extensión del surtido ha abierto una nueva vía para la industria del pan que ha encontrado un mercado potencial en fuerte expansión y capaz de compaginar la calidad, con la posibilidad de adaptarse a los productos on the go.