El índice mensual de precios de los alimentos de la FAO bajó en diciembre después de tres meses en los que permaneció en general estable. Una amplia oferta y las existencias récord, combinadas con la fortaleza del dólar EE UU y la caída de los precios del petróleo, contribuyeron a este descenso.
El índice de precios de los alimentos en diciembre tuvo un promedio de 188,6 puntos, con una caída de 1,7% a partir de noviembre, arrastrado por el azúcar y el aceite de palma.
Para el conjunto de 2014, el índice de precios de los alimentos tuvo un promedio de 202 puntos, con un descenso del 3,7% en relación a 2013, marcando el tercer descenso anual consecutivo. Esta caída año tras año se produjo a pesar de que el subíndice de la FAO para la carne alcanzó un promedio anual máximo histórico de 199 puntos, un 8,1% más en relación a 2013. Los cereales, por el contrario, cayeron un 12,5% respecto al año anterior, afectados por las previsiones de una producción récord y abundantes inventarios.
El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios de los cinco principales grupos de alimentos básicos en el mercado internacional: cereales, carne, productos lácteos, aceites vegetales y azúcar.