La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) asegura que la oferta disponible en los supermercados españoles ha crecido un 3,6%, según un estudio acerca del impacto económico de la distribución moderna en la alimentación encargado por las autoridades de Competencia de la Comisión Europea.
“La Comisión se planteó la realización de este análisis a la vista de las acusaciones contra el retail de limitar la elección y la innovación”, explica a Ignacio García Magarzo, director general de Asedas. En cambio, el resultado del estudio recoge que “el sector incrementa las opciones del consumidor para hacer una compra adecuada a sus necesidades”.
La investigación, que abarcó 343 tiendas y 105 áreas de consumo de la Unión Europea, concluye que la capacidad de elección se ha incrementado en la mayoría de los países. La tasa de crecimiento de productos nuevos ha sido del 5,1% anual. En supermercados, este incremento fue del 3,5%, por motivos de disponibilidad espacial. Los supermercados españoles superan ligeramente ese porcentaje hasta situarse en un 3,6%.
En España también es llamativo el incremento de nuevos y más formatos de mismos productos, con un 8,6% de media en la última década, un claro indicador de la capacidad de nuestra distribución de adecuar su surtido a las demandas de los consumidores para adaptarse a la crisis. Además, según el estudio, nuestro país registra el crecimiento más alto de nuevos fabricantes, un 6,4% frente al 3,5% de la media europea, y muy lejos del 1,7% de Italia.
En cuanto a los factores que más influyen en la capacidad de elección del consumidor, la Comisión ha identificado cuatro: la coyuntura económica, el tamaño y tipo de tienda y la facturación/beneficio del producto. La coyuntura económica es también una de las variables que más repercuten en la innovación.
A tenor de estos resultados, la Comisión deduce que la concentración de distribuidores o industria no afecta a la innovación. En cualquier caso, los niveles de concentración de la distribución alimentaria en Europa son normales y España se sitúa justo en la media de la Unión Europea. “Que Competencia no haya encontrado problemas ni en la innovación ni en la capacidad de elección del consumidor es una excelente noticia para todos, no sólo para el sector de la distribución”, señala García Magarzo, que insiste en que “los consumidores españoles disponen de uno de los retails más competitivos y eficientes de Europa”.