España es el primer país productor pesquero de la Unión Europea, con el 18% de la producción comunitaria de elaborados y conservas de pescado. En concreto, cuenta con un total de 657 empresas que alcanzaron, en 2013, ventas por valor de 4.162 millones de euros, el 4,7% del total de la industria alimentaria española.
Se trata de un sector que da empleo a más de 18.000 trabajadores, por lo que, en palabras de la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, “estamos, por tanto, ante una industria pujante, con productos de calidad acreditada”.
Para garantizar su futuro, García Tejerina ha recalcado que su Departamento, desde el principio de esta legislatura, está desarrollando una política pesquera basada en un asesoramiento científico sólido, el máximo rendimiento sostenible a largo plazo de los recursos pesqueros y el control estricto del cumplimiento de la legalidad.
Según ha afirmado, “estos son los principios que hemos defendido en la reforma de la Política Pesquera Común y los que estamos aplicando, en el ámbito nacional, con la ordenación de nuestros caladeros; y en el internacional, mediante el exhaustivo control de los flujos comerciales, para luchar contra la pesca ilegal”.
Para la ministra, se trata de “una industria que ha sabido innovar desde la tradición, ganándose el reconocimiento de los mercados más exigentes”.