Ebro Foods consiguió una cifra de negocio durante el pasado ejercicio 1.957 millones de euros, apenas un 1,2% menos que en el año 2012, como consecuencia de unos menores costes de aprovisionamiento y el cambio de perímetro por la venta de la marca Nomen.
El EBITDA, tras la salida de Nomen, el efecto del tipo de cambio y un incremento del 8,5% en la inversión publicitaria, que se elevó durante 2013 a 72 millones, alcanzó 282 millones, un 5,6% menos que en el ejercicio anterior.
En este contexto y con unos menores extraordinarios positivos, ya que el año pasado se registraron tanto el beneficio de la venta de Nomen como importantes reversiones por el exceso de provisiones en los litigios pendientes de los negocios azucarero y lácteo, el beneficio neto en gestión continuada se sitúa en 141,5 millones de euros, un 12% menos que en el ejercicio anterior.
El endeudamiento final de la compañía se incrementó en 93 millones de deudos, situándose en 338 millones de euros, quedando englobadas ya en esta cifra las inversiones realizadas para la adquisición de una planta en India, la compra del 25% de la compañía italiana Riso Scotti y la de Olivieri, que han supuesto un total de €111 millones.
Si bien los resultados consolidados de la compañía se han visto influidos por el cúmulo de factores externos que han afectado a la división arrocera, el balance del ejercicio 2013 y la evolución de Ebro durante el mismo ha sido muy positiva, ya que en un sector cada día más influido por la marca del distribuidor, sus marcas han continuado ocupando posiciones de liderazgo gracias a un intenso trabajo de innovación, comercial y de marketing. Asimismo, la sociedad ha continuado manteniendo sus líneas de actuación estratégica con el objetivo de seguir creciendo con una clara, sostenible, sólida y definida proyección de futuro.