El importe neto de la cifra de negocio del Grupo Damm en el primer trimestre del ejercicio 2013 supera los 184 millones de euros, situándose por encima del ejercicio 2012 en términos comparables (1,3%), según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Dicha evolución debe considerarse en el marco de la prolongada duración de la débil situación económica, que vuelve a situarse con tasas negativas de crecimiento del PIB en términos anuales, el nivel de desempleo elevado y la incertidumbre en la coyuntura actual que siguen lastrando la demanda interna y con ello el consumo en los sectores principales en los que opera el Grupo.
“Podemos considerar que nuestro nivel de actividad y ventas evoluciona satisfactoriamente gracias a la riqueza del portfolio de marcas, productos y actividades del Grupo, que permite adaptar la oferta a las necesidades cambiantes del mercado. En este sentido, el comportamiento del consumidor en nuestros productos (cerveza, agua, refrescos, lácteos, café, sándwich y otros) sigue afectando proporcionalmente más al canal de hostelería (Horeca) que al canal de alimentación (Hogar)”, indicó la compañía.
Los costes de producción han experimentado un aumento, fruto del incremento en el coste de las materias primas y materiales de envasado, así como el incremento de los costes logísticos, derivados especialmente de las tensiones en los precios de las energías.
El Grupo mantiene una sólida posición financiera, después del importante ciclo inversor acometido en los últimos años, gracias en buena medida a los recursos generados por el propio negocio. Las Inversiones Financieras y la Tesorería existente al 31 de marzo de 2013 son superiores a la Deuda Financiera, con lo que el Grupo sigue operando sin deuda neta.
Los planes de inversión del Grupo se centran actualmente en el desarrollo de la Fase IV de la Zona de Actividades Logísticas, y de la fábrica de Santarem (Portugal) que han de permitir dar cobertura al crecimiento de los mercados exteriores y mantener un alto nivel de eficiencia. En este sentido se están llevando a cabo inversiones con el objetivo de adaptar la capacidad productiva a los requerimientos de unos mercados cada vez más exigentes y cambiantes al mismo tiempo y, asimismo, optimizar los procesos industriales a fin de maximizar dicha eficiencia.