La organización agraria COAG está preocupada por las últimas declaraciones del Comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, sobre el futuro de los derechos de plantación de viñedo en la UE, en las que propone un nuevo sistema más flexible, sin limitación estricta de superficies y cuya gestión se dejaría básicamente en manos de organizaciones interprofesionales.
Alejandro García-Gasco, responsable del sector vitivinícola de COAG y vicepresidente del Comité Consultivo Vino de la UE, ha reafirmado su defensa del sistema actual de derechos de plantación de gestión pública por las administraciones, que en el curso de las últimas décadas, se ha revelado como un instrumento eficaz para la política de calidad y para la gestión del potencial de producción en el seno de la Unión Europea, por lo que no tiene sentido sustituirlo por otro que sería ineficaz y su gestión resultaría inviable en el estado español.
“La eliminación de un mecanismo de control eficaz sobre los viñedos provocaría una deslocalización de la producción que amenazaría el patrimonio vitícola de 200.000 viticultores/as profesionales en nuestro país y el equilibrio medioambiental de las principales regiones productoras, caso de Castilla La Mancha, al no existir alternativas viables a este tipo de cultivo”, aseguran fuentes de la organización.