El Boletín Oficial de Castilla y León ha publicado la Orden por la que se aprueba el reglamento de la Indicación Geográfica Protegida ‘Lechazo de Castilla y León’, se crea el Consejo Regulador y se designa su órgano de control.
La modificación más importante del pliego de condiciones de la IGP consiste en incluir como producto amparado, además de las canales de lechazo de las razas castellana, churra y ojalada que ya estaban protegidas, las canales de lechazo puro de raza assaf española y sus cruces con las anteriores, siempre que procedan de ganaderías en régimen de producción extensivo, semiextensivo y semiintensivo.
Esta medida permitirá incrementar el potencial de comercialización de carne de lechazo hasta superar los 1,75 millones de animales amparados bajo la marca, aumentar el precio que perciben los ganaderos de ovino de la Región y con ello mejorar la rentabilidad de sus explotaciones y facilitar al consumidor la procedencia del producto que consume.
Durante varios años, en la Comunidad han convivido dos figuras de calidad en el sector de la carne de lechazo; por un lado, la IGP ‘Lechazo de Castilla y León’, y por otro, la Marca Colectiva ‘Lechazo de la Meseta Castellano Leonesa’. La IGP amparaba exclusivamente lechazos de raza de ovino castellana, churra y ojalada obtenidos en zonas de menos de 1.000 metros de altitud de Castilla y León, lo que coincide con la zona regional de producción cerealista. Por su parte, la Marca Colectiva protegía los lechazos de prácticamente todas las razas presentes en la Comunidad y su ámbito geográfico abarcaba toda la Autonomía.
La evolución de la cabaña ganadera de ovino regional ha pasado, en un par de décadas, de estar formada en su mayoría por animales de razas rústicas de poca especialización productiva y escaso número de animales por rebaño al predominio de razas especializadas en producción de leche como la assaf.
Para aprovechar este potencial se impulsó -desde el propio Consejo Regulador de la IGP Lechazo de Castilla y León- la modificación de su Reglamento con la convicción, una vez realizados los estudios técnicos, de la calidad del producto final y de las posibilidades de comercialización que se abrían en el futuro.
La modificación más importante recogida en la orden que aparecerá este lunes en el Bocyl consiste en incluir como producto amparado, además de las canales de lechazo de las razas castellana, churra y ojalada que ya estaban protegidas, las canales de lechazo puro de raza assaf española y sus cruces con las anteriores, siempre que procedan de ganaderías en régimen de producción extensivo semiextensivo y semiintensivo.
La entrada en vigor del nuevo reglamento permitirá incrementar el potencial de sacrificio y por tanto de comercialización de la IGP ‘Lechazo de Castilla y León’. Además de hacerlo bajo un marchamo único, con una promoción conjunta, optimizar recursos y tener más posibilidades de acceso a ayudas, esta modificación permitirá multiplicar por 2,4 el potencial productivo de carne de calidad de lechazo de Castilla y León. Este crecimiento supondrá pasar de los 736.000 lechazos sacrificados en 2011 bajo el amparo de ambas figuras de calidad -IGP y Marca de Calidad-, a un total de 1.752.000 lechazos amparables, según el nuevo reglamento.