Las industrias de alimentación y bebidas adscritas a la plataforma tecnológica Food For Life-Spain ha impulsado proyectos de I+D+i por valor de 281 millones de euros en los últimos tres años.
Esta plataforma, nacida de su Plataforma Europea ETP Foor Life y liderada desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), tiene por objetivo orientar la investigación en alimentación hacia los intereses de la sociedad.
En el último año, se impulsó el lanzamiento de más de 55 proyectos de investigación por valor de 118 millones de euros dirigidos al estudio de dietas específicas para determinados grupos de población, la colaboración con países en vías de desarrollo a través de los alimentos de origen, el estudio de medidas que permitan reforzar las políticas de desarrollo sostenible de las compañías, una mejor estructura en materia de seguridad alimentaria, así como avances en materia de gastronomía sensitiva-emocional.
Algunas de las iniciativas más destacadas son:
– “NU-AGE”: El proyecto, que fue presentado el pasado mes de marzo en Bolonia (Italia), tiene como meta el diseño y desarrollo de dietas elaboradas siguiendo las necesidades y demandadas de la población de la tercera edad.
– “AFTER” (African Food Tradition Revisited by Research): Este plan busca establecer una plataforma de cooperación internacional con el fin de potenciar el crecimiento del continente africano. Para ello, este programa potenciará que los ciudadanos europeos descubran y consuman los ricos y variados alimentos la gastronomía africana.
– “FRISBEE” (Food Refrigeration Innovations for Safety, Consumers): tiene como objetivo estudiar el impacto ambiental y la optimización de los recursos energéticos derivados de cada una de las fases de la cadena de frío, así como el desarrollo de nuevos materiales para para envases termo regulables e innovadores.
– RECRA” (Red de Evaluación Cuantitativa de Riesgos de Alimentos): Surge de la antigua red española SICURA y supone la creación de un grupo de expertos que puedan idear herramientas que permitan prever potenciales alertas alimentarias.
– “INCOMES”: Se centra en el establecimiento de nuevos y robustos biomarcadores que permitan consolidar los desarrollos llevados a cabo en el campo de la alimentación funcional, y que a la vez sirvan de índices para poder demostrar y alegar beneficios de salud en el campo de la función cognitiva, función inmune y síndrome metabólico asegurando su eficacia y seguridad.