La acuicultura española mantiene sus buenas perspectivas en el marco de la ralentización del sector en la Unión Europea, según se desprende del Informe “Indicadores de Acuicultura 2010”, publicado por la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA), presidido por la secretaria general del Mar, Alicia Villauriz, y el MARM.
Este informe analiza el estado de la acuicultura española a partir de indicadores distribuidos en ocho módulos: producción; regionalización de la actividad; posición internacional; importaciones y exportaciones; establecimiento y empleo; alimentación y consumo; I+D+i y producción científica; y economía.
Según los datos de la Oficina Europea de Estadística Eurostat, España sigue encabezando la producción en la Unión Europea, seguida de Francia, Italia y Reino U nido. Sin embargo, el valor de la producción es inferior a otros países, ocupando en estos términos la quinta posición. Esto es debido, en gran medida, al menor valor económico de los moluscos, especialmente del mejillón, frente a las especies procedentes de la piscicultura marina.
En términos productivos, en el año 2009 se alcanzaron las 268.000 toneladas, lo que representa un incremento de la producción respecto al 2008 de un 6,8%. De este total, los moluscos siguen posicionándose como la especie más producida en España (75%), seguida de los peces, con casi un 25%.
El informe también recoge información de la regionalización de esta producción, así como de la evolución de los establecimientos acuícolas y el empleo que esta actividad genera. Estos datos confirman el liderazgo de Galicia, que obtuvo cerca de 210.000 toneladas de productos acuícolas en 2009, de las que 198.000 corresponden al cultivo de moluscos, principal motor de la acuicultura gallega y, por tanto, de la española.
La producción española procede de más de 5.170 establecimientos, y más de 28.880 trabajadores dedican su actividad a la acuicultura, de los cuales el 75% se vincula a la acuicultura marina. En este sentido, en los últimos años se observa un crecimiento constante y gradual del empleo en la acuicultura marina, que ha evolucionado de los 19.263 trabajadores en 2005 a los 22.761 en 2009.
En relación a los datos de consumo, el estudio constata que los ciudadanos españoles priman los aspectos nutricionales, la frescura y la presentación en el punto de venta a la hora de adquirir pescado, frente a otros factores, como pueden ser su origen o la marca comercial.
Asimismo, el informe recoge en esta segunda edición un bloque con indicadores, centrados en la I+D+i, entre los que cabe destacar la existencia en España de 63 centros de I+D+i que trabajan en materia acuícola, y 257 científicos que dedican su labor a esta actividad.